Si sois turistas como la mayoría de los mortales hay que disfrutar la experiencia de viajar en Primera Clase una vez en la vida. Hay que reconocer que tienes un cuerpo distinto cuando entras en el aeropuerto arrastrando tu maleta, pero sabes que tienes por delante varias horas para disfrutar de una sala business con todo tipo de comodidades: periódicos, televisión, wifi y exquisita comida en un buffet libre...¡¡¡¡Y una de las barras de bar más largas de toda Europa!!!!. A mi me pasó en Zurich, con Swiss y fue una delicia de viaje.
http://www.swiss.com/web/ES/Pages/index.aspx?Country=ES
Y no es solo que te sientes como si estuvieras en un moderno local de cualquier ciudad europea, no, es que además el bar tiene vistas a la pista de despegue.
Así que te puedes pasar las horas muertas si, como es mi caso, te gusta ver el despegue y el aterrizaje de los aviones, con un cocktel delante. ¿Se puede tener más clase viajando?
También hay que disfrutar todo lo demás...Por ejemplo, entrar en la sala VIP es sentir que te viene el hambre aunque acabes de comer. Pasa siempre, así que aquí sí que podéis disfrutar de un catering más que aceptable, sobre todo comparado con lo que a veces se come a bordo del avión. Zumos, yogures, licores y hasta fruta, algo casi milagroso fuera de España, está a vuestra disposición para refrescaros.
Una vez saciado el hambre, hay que relajarse. Coged un buen sofá y acomodaros. Eso sí, no os distraigáis demasiado porque la verdad es que el tiempo corre más rápido que nunca cuando hay tantas comodidades de las que disfrutar.