Alphon, el sonido del más allá
Dicen que los tocaban los pastores para que las vacas se relajaran cuando las ordeñaban. También hay quién cuenta que se utilizaban para comunicarse entre los distintos valles Suizos. Los Alphon son unos curiosos instrumentos que todavía hoy se pueden ver en muchos lugares del país y que representan lo más profundo de una tradición que no se quiere perder.
Es un sonido muy especial, que sale de los tubos de madera que a veces llegan a medir hasta 4 metros de largo. Dependiendo de la intensidad del soplido y de la duración, existen hasta 30 sonidos distintos. Y doy fe de que hay bastantes melodías diferentes compuestas para el alphon.
Es un sonido ancestral, primitivo y profundo, como venido del más allá. Un sonido que un grupo de veteranos se están encargando de preservar en Suiza. Comenzaron hace 10 años siendo 8 personas, pero ahora ya llegan al centenar. Tocan allá donde se les requiera, en ceremonias o fiestas locales y cantonales y por medio mundo...
Uno de los protagonistas de éste resurgir del alphon es Wermer. Es uno de los miembros fundadores de los "Crazy Alphorngruppe Arcas" que se pasan media vida recorriendo diferentes países para que en los lugares más insospechados de la tierra suene el sonido del alphon. Entrad en su página web y le veréis hasta en el Gran Cañón. http://www.wernererb.ch/
Werner tiene un amor pleno a éste instrumento. Y además de tocarlo, también es profesor. La persona perfecta para iniciar a cualquiera que tenga ganas de probar la experiencia...Así que ahí estaba yo, decidida a volver a España con un concocimiento básico del instrumento...
La clase que nos dió Werner fue fácil, divertida y sobre todo efectiva, porque con una buena teoría, la práctica siempre es más fácil...Coger aire, contraer el diafragma y hacer vibrar los labios...Y ya está. ¡Se puede arrancar un sonido al alphon! ¡Por lo menos uno de los básicos!. Si os ponéis a ello cuidado con las demostraciones de alegría porque cada uno puede llegar a costar varios miles de euros...Por unos minutos me sentí una auténtica suiza, "tocando" el alphon en medio de las montañas de Graubunden.