Son simpáticas, curiosas y aprovechamos de ellas casi todo. En algunas zonas como El Trentino llama la atención lo sueltas que están. Las vacas campan a sus anchas por los prados. (www.valsugana.info)
Las encuentras en el campo, en los caminos, en la carretera.
Da la sensación de que ningún terreno les da miedo. Y si tienes prisa,¡ te aguantas!. Ellas levantan la cabeza, te miran y siguen a lo suyo. Y si no tienes prisa, da gusto mirarlas. Son preciosas y están en un paisaje único, en los Dolomitas Italianos.
Gustan tanto que hace unos años la "Azienda per il turismo de Valsugana, Lagorai, Terme y Laghi" pusieron en marcha una iniciativa preciosa: "adotta una mucca", adopta una vaca. Y está teniendo un gran éxito. De entrada eliges una vaca de las 10 que te propone cada granja participante en la iniciativa. Todas tienen nombre, claro. Pagas 50 euros al año y tienes derecho a volver en los primeros 12 meses y recibir los productos que da el animal.
De esos 50 euros, 10 van a una organización de ayuda como por ejemplo Unicef, pero el resto vuelve a ti en especie. ¡Y qué especie!. No podéis imaginar lo rico que son todos los productos que se pueden degustar en las "malgas", en las granjas.
Es una iniciativa preciosa para que los niños que crecen lejos del campo, aprendan a acercarse a la naturaleza y a los animales. Y también es una experiencia necesaria para los adultos porque tienen la oportunidad de escapar del asfalto y del estress.
La visita a una "malga", a una granja de la zona, es obligatoria. Hay muchas porque se ha logrado hacer un tejido económico en torno a estas pequeñas explotaciones que da de comer a mucha gente. Es en una de estas malgas, en "Maga Valfontane" donde encontramos a Luisa. (www.valsugana.info)
Tiene 24 años, es licenciada en lingüistica y profesora de la prestigiosa escuela agropecuaria que hay en la zona. Se levanta a las 5 de la mañana, cuando las vacas están ya ordeñadas. Entonces hay que comenzar la jornada. Lo primero, hacer mantequilla. Después vendrá el queso...
...El queso que para mí es el mayor majar de esta tierra. Es algo exquisito. De toda la vida me han gustado mucho los lácteos. Creo que me podría alimentar sólo de ellos, así que comprenderéis que aquí me puse las botas. Aunque en realidad cualquier cosa que pidas es absolutamente deliciosa.
Muchas malgas tienen pequeños restaurantes que ofrecen productos naturales y no os podéis imaginar qué sabor tiene todo. ¡Sabe a gloria!.
Lo dicho. Pensároslo bien y hacedlo. Poned una vaca en vuestra vida. Merece la pena. Id a verla. Es la excusa perfecta para descubrir un lugar, el Trentino, absolutamente increíble. Con una naturaleza y una gente realmente excepcional. Y además comeréis de miedo. ¡Qué mas se puede pedir!