Olmedo, la Villa...del teatro
Puede que haya Festivales de Teatro Clásico más conocidos, pero pocos tienen la calidad y saber hacer del de Olmedo. Acaba de terminar una nueva edición y conviene hacer balance de las obras que se han visto en la Ciudad Castellana. Algunas de tanta calidad que ya se pueden encontrar en Madrid. ¿Me acompañas a dar un paseo por fabuloso e imprescindible Festival de Teatro?
Llevan solo 9 ediciones, pero los habitantes de Olmedo ya no conciben el verano sin su Festival de Teatro Clásico. Confieso que es también uno de mis favoritos y eso mismo reconocen alguno de los actores que vienen por primera vez a actuar aquí. Las funciones tienen una calidad indiscutible. Y el espíritu de fiesta y a la vez respeto que se "monta" en torno a la Corrala de Comedias cuando se acerca la hora de la representación sirve para comprender que el evento es ahora más que nunca un rito casi sagrado. Me gusta ver a la gente en los alrededores del "coso" del teatro. Mirándose y preguntándose los unos a los otros si vienen al Festival. Me gusta percibir el bullicio y la excitación de los momentos previos y me encanta el momento en el que se apagan todas las luces y el silencio reina en la grada. Solo queda iluminada la Muralla de la Villa, el lugar al lado del que se construye esta Corrala acogedora y coqueta.
Este año han pasado hasta 11 espectáculos, algunos de ellos concebidos y representados por compañías de Colombia, Cuba y Japón. De este último país ha llegado quizá la función que más curiosidad ha levantado, un Caballero de Olmedo de la compañía japonesa Ksec-Act. La versión de la Comedia de Lope es de Yoichi Tajiri y la dirección de Kei Jinguji. A decir de los que lo presenciaron fue una representación curiosa, nueva y original en la que la propia protagonista Doña Inés, era un hombre. Fue una de las obras de esta edición que más se recordará, pero no la única. Yo apunto también la fabulosa y exquisita "La hermosa Jarifa" y el "Otelo" de Shakespeare, en versión de Yolanda Pallín y con la dirección de Eduardo Vasco. Las dos fueron obras de gran belleza y fabulosa puesta en escena.
No quiero acabar sin escribir unas palabras de admiración en primer lugar al público de Olmedo, que en estos años ha llenado casi a diario la Corrala. Tener la oportunidad de disfrutar de un certamen de esas características es un auténtico privilegio, pero ser capaz de apreciarlo y hacer de cada día una experiencia irrepetible, es algo excepcional. He de reconocer que siempre que voy me siento orgullosa de la reacción que tienen, les guste la obra más o menos, frente a los actores. Y si yo misma fuera actriz quisiera un público como éste. Y mi admiración también al Ayuntamiento de Olmedo y a los concejales que cada año luchan porque su pueblo tenga un Festival de tanta calidad. Me consta que hay gente que "se lo curra todo el año". Y aquí seguro que todos sus paisanos están de acuerdo en felicitar a Benjamín Sevilla. Es un joven de la corporación enamorado de la escena. Lo vive con tal pasión que cuando hablas con él sientes que no hay obra en los últimos 10 años que se haya representado en este país y que él no conozca . Imagino que los fines de semana de idas y venidas a Madrid con su mujer durante todo el año para ver teatro tienen mucho que ver. Yo solo digo que a ver si un día de estos se mudan a mi pueblo y hacen algo parecido en él. Personas así hacen que te reconcilies con la política municipal en una época en la que es muy difícil hablar bien de algo relacionado con la administración, con cualquier administración.
Lo dicho. Un gusto. Que el festival siga por muchos años.