Morella, "La Bella"
Y no lo digo yo, lo dijo hace ya siglos el Rey Jaime I, "Morella es un lugar digno de reyes". Un lugar ideal, añado yo, para pasar un puente. Para conocer ésta comarca, la del Matarraña y la Terra Alta en unos días de asueto dedicados al descanso, el descubrimiento de la tierra y el disfrute de los productos gastronómicos típicos de la zona. Os invito a iniciar un viaje trepidante por un 3 territorios, pero una misma tierra
(http://www.morellaturistica.com/)
Y comenzamos por un pueblo que de pueblo tiene poco, lo vais a ver enseguida, que acaba de ser elegido como uno de los más bonitos de España. No sorprende. Si acaso lo que más llama la atención es la gran armonía con la que se conjugan pasado y presente. En Morella todo recuerda a un pasado esplendoroso, y un futuro con gente joven dispuesta a avanzar sin moverse de su pueblo y a apostar por que con apenas 3000 habitantes Morella tenga todas las actividades de una gran ciudad
Para los turistas ,además de buenos restaurantes, de los que luego hablaremos, tampoco nos falta impresionantes monumentos que ver. Comenzamos por el que más define la personalidad e historia de la población: su castillo. Lo mejor es que primero os acerquéis a lo que queda del Convento de San Francisco…Impresionante lugar que conserva en su paredes toda la magia de tiempos pasados.
En la iglesia se pueden escuchar conciertos y asistir a representaciones de vez en cuando. Los morellanos han podido escuchar aquí a Luis Llach, María del Mar Bonet o José Antonio Labordeta, entre otros. Vamos, todo un placer.
El Castillo de Morella es imponente. Estuvo siempre en activo hasta el siglo XX y no sorprende comprobar que en él se han desarrollado importantes episodios de todas las guerras que han tenido lugar en España desde tiempo inmemorial. Eso sí, hablamos de una fortaleza prácticamente inexpugnable y temida por los enemigos.
Sabemos que el Cid estuvo a las puertas, pero no logró franquearlas. Sabemos que han sido muchos los que han intentado atacarlo por tierra y por aire, el General Espartero se atrevió incluso a bombardearlo. Pero su altura, más de 1070 metros, su gran visibilidad sobre toda la zona, y la buena protección de sus plazas más interiores, permitió que el pasar de los siglos lo conservara en bastante mejor estado que otros de la época árabe.
El otra impresionante sorpresa de Morella se esconde en la Iglesia Arciprestal de Santa María la Mayor. De la que se puede decir sin miedo a exagerar que es uno de los templos más bellos del mediterráneo. Se trata de un edificio gótico que presenta en la misma fachada dos puertas preciosas y originales que casi quitan la respiración. Son de una antigua mezquita y para quién piense que la belleza está en la mezcla, aquí tiene otro gran ejemplo. Si tenéis tiempo sentados en la plaza que hay en frente a la entrada principal al caer la tarde. Es el momento en el que Santa María brilla con mayor esplendor. Tampoco os perdáis su interior. Lo primero que llama la atención es la majestuosa escalera de caracol que da acceso al coro. Veréis pocas tan ricas. Y luego está el trascoro, original como pocos, y el Altar Mayor Barroco donde descansa la Patrona de Morella, la Virgen de la Vallivana.
Ah, y su monumental órgano del siglo XVIII creado por Turull y cuyos 4.000 tubos suenan como los ángeles a día de hoy. No hay duda de que Morella conserva grandes tesoros artísticos entre sus calles. También conserva un impresionante tesoro gastronómico, porque si algo está garantizado en ésta tierra es que vais a comer de primera, ya lo aviso. La época ahora es propicia para un manjar de primera, la trufa. Algunos restaurantes proponen menús especiales que os harán apreciar especialmente el producto de la tierra. Es otro pequeño homenaje para vuestros días de descanso.
CASA ROQUE, EL MESÓN EL PASTOR, son lugares en los que podréis degustar la cocina más tradicional
(http://www.casaroque.com/)
http://www.hoteldelpastor.com/