‘Que los viajes inspiran es un hecho’, lo dice la escritora y periodista Isabel Garzo y algo de razón debe de tener porque acaba de publicar su tercer libro, ‘Los seres infrecuentes’ escrito casi todo en trenes, aviones, aeropuertos y hoteles de los lugares que visita. Hoy hablamos con ella para que nos dé algunos consejos que nos permitan convertir nuestras vacaciones en un pequeño texto personal que nos haga literariamente inolvidable el recorrido…
La historia de la literatura está llena de ejemplos de este tipo. Escritores como Flaubert, Steinbeck, Irving, Orwell o Goytisolo han demostrado que las estancias en el extranjero pueden producir novelas imprescindibles para los amantes de las buenas lecturas. Y eso se debe, según Isabel Garzo, a varias razones: en el extranjero es más fácil la introspección consigo mismo, la mente está más abierta y el tiempo discurre sin las prisas del día a día.
Cualquier persona puede encontrar algo interesante que escribir durante sus periplo de descanso. ‘Lo cotidiano pasa a ser extraordinario solo por ser nuevo’ dice la escritora madrileña que no duda en dar unos pequeños consejos para escribir fuera de casa. Es importante llevar siempre un bloc de notas, si es posible de tapa dura, para poder redactar las ideas en el mismo momento en el que aparecen en la cabeza. Conviene acostumbrarse a establecer un tiempo determinado para escribir al final del día. Y utilizar el móvil siempre que se necesite para retener un lugar, un nombre o un retrato que te inspiran.
Garzo es de esas mujeres jóvenes pero sobradamente preparadas que ya tiene una dilatada carrera en el mundo editorial. Su tercer libro, ‘Los seres infrecuentes’ acaba de llegar a las librerías y es un viaje de su protagonista Brais, a una aldea gallega donde se adentrará en un mundo emocional totalmente desconocido para él.
El relato tiene 2 niveles. “El primero es lo que pasa en la historia y el segundo, una serie de ideas universales”. Concretamente este relato aborda la importancia de las relaciones que tu elijes frente a las que te vienen impuestas”. Isabel piensa que los personajes tienen vida propia. “ Los concibes, los haces hablar, pero muchas veces ellos toman su camino, y te caen mal”…Y esa criatura que tú has parido se convierte en un ser diferente al que habitaba tu cabeza.
La sinopsis del libro plantea una pregunta muy interesante que da mucho juego: ¿Es posible pertenecer a un lugar en el que nunca antes habías estado?. La autora cree que sí: “nosotros nacemos en una ciudad pero hay gente que siente que pertenece otro lugar”. De momento confiesa estar muy a gusto en
Madrid pero no descarta enamorarse de otra metrópoli y decidir que ese es su sitio. Es igual que las medias naranjas, dice, ¿por qué va a haber solo una en el mundo para ti?.
Con lo joven que es y el talento que despliega en ‘Los seres infrecuentes’, Isabel Garzo tiene todavía mucho tiempo para recorrerlo entero y encontrar todas esas historias que viven en su cabeza y toman forma en los aviones y aeropuertos.