La Lisboa que enamora
Los vecinos son a veces esas personas que tanto tratas, pero apenas conoces. Hoy toca remediarlo, así que nos paseamos por la capital de nuestros hermanos portugueses para descubrir en cada esquina algo de la sombra de su pasado glorioso y su presente próspero. Lisboa guarda cientos de planes para una escapada inolvidable con la que podréis coger fuerzas para el 2017 recién estrenado. Vámonos a caminar dentro de acueductos, contemplar marionetas de todas las partes del mundo, comer en antiguos monasterios y volar en helicóptero sobre el irrepetible Monasterio de los Jerónimos...Comenzamos un viaje lleno de pequeñas sorpresas y grandes sensaciones. (www.visitlisboa.com).
Arrancamos en el corazón de Lisboa, en la Placa do Comercio, un monumental espacio antaño lleno de Ministerios y ahora recuperado con bares, restaurantes y terrazas. El ‘Arco Triunfal da Rua Augusta’ domina el enorme aforo donde se levantaba el Palacio Real antes del devastador terremoto de casi 9 grados que desintegró la ciudad el 1 de noviembre de 1755. Este es un episodio clave para comprender la fisonomía del lugar, porque en menos de 10 minutos Lisboa se convirtió en un auténtico solar de dolor y muerte. Los edificios cayeron como un castillo de naipes y los pocos que quedaron en pie fueron engullidos por el tsunami posterior o pasto de los incendios que provocaron los saqueadores.
La catástrofe acabó con la vida de más de un tercio de la población de entonces, pero la ciudad se recuperó en tiempo récord bajo la diligente mano del Marqués de Pombal. El Arco ante el que hoy nos encontramos se proyectó para conmemorar ese resurgimiento del Ave Fénix luso…Se acaba de abrir al público y ahora ya se puede subir a él para disfrutar de su grandiosidad y admirar el fabuloso Estuario del Tajo al abrigo del que se construyó la capital más antigua de Europa tras Atenas, 400 años antes de que naciera Roma.
En Lisboa de una u otra forma todos los caminos acaban en la Placa do Comercio, que dicho sea de paso está más bonita que nunca sobre todo recién pintada y con el sol golpeando las paredes. Dicen que la luz de aquí es distinta. Y es verdad. Es directa y cegadora; Fuerte y poderosa; cálida y ventosa…Produce una mezcla de sensaciones que son las mismas que debían de sentir los visitantes que desembarcaban por primera vez en la antigua ‘Olissipo’. Dice la mitología que Ulises, el guerrero mitológico del que deriva ese nombre, se habría refugiado en esta tierra tras huir de Troya…Y de héroes pasados a héroes presentes porque es imposible recorrer Lisboa sin encontrarse con alguna referencia al, yo diría, ahora héroe futbolístico portugués más universal. ¿Adivináis quién es?...Claro que sí, Ronaldo. Ponemos un pie en Comercio y encontramos un grupo de aficionados del Real Madrid. Así me entero de que los blancos se enfrentan esa noche al Sporting de Lisboa, el equipo en el que Cristiano comenzó su camino al estrellato y en el que militó con 11 años, recién separado de su familia. Con él llega la polémica y en el grupo se desatan las discusiones futbolísticas, y de otro tipo... ¡Eso es un líder y lo demás son tonterías!.
Sin salir de la plaza tomaros un café en Martinho de Arcada, el bar en el que Pessoa se pasaba horas esperando la inspiración con un vaso de absenta de 85% en la mesa y sin apenas comer; Y de ahí, a callejear por estos laberintos llenos de tiendas de marca y pequeños establecimientos tradicionales como esos a los que íbamos de compras cuando éramos pequeños. Ninguna ciudad europea ha logrado salvar esta dicotomía entre pasado y presente. Es como si los locales con más solera reivindicaran su sitio frente a las marcas modernas. Como si sus dueños se hubieran convertido en rebeldes con una única causa: la de impedir con su resistencia militante que los establecimientos implantados en todo el mundo les usurparan su lugar.
Es aquí, en la Baixa, en el mismo centro de la capital, donde antes de seguir podemos visitar las tripas de un edificio en el que se guardan capas de historia portuguesa. Es el Museo Arqueológico de la ‘Rua dos Correiros’, descubierto en 1991 mientras se hacían las obras para construir un parking subterráneo. Aquí mismo, en medio del trajín de la gente y los comercios, se encuentra una de las fábricas de ‘garum’ más grandes de todo el mundo romano. ¡Como lo oís!...¿Y qué era el ‘garum’?. Pues la salsa más exquisita y frecuente en las ricas mesas del Imperio Romano. El conjunto de túneles nos guía por los pozos de una manufactura descomunal en la que se dejaba fermentar pescado, orégano, cilantro y menta. Se salaba y quedaba en reposo durante varias semanas, dando como resultado un mejunje ‘pestilente’ con el que se impregnaban todos los platos. El museo arqueológico también conserva los restos de algunas ánforas fabricadas en la lejana Troya imprescindibles para transportar el delicioso ungüento.
Seguimos buscando lugares insólitos para recorrer y entre ellos está un museo delicioso y sorprendente alojado en el antiguo convento de las Bernardas. Se trata del de las Marionetas en el que podréis hacer algo que siempre viene bien: volver a ser niños por un rato. El lugar es un majestuoso edificio que contiene muñecos fabricados en medio mundo. Aquí encontraréis desde los títeres más básicos a los más sofisticados, desde las marionetas de sombras que nacieron hace 5.000 años en Oriente, hasta las más actuales con las que se han llegado incluso a producir cortos de cine. El centro se fundó en 1987 por la Compañía San Lorenzo, unos enamorados de esta expresión artística no siempre justamente valorada. Impresionantes las marionetas de agua vietnamitas y los guantes de opera italianos, dos expresiones de una misma realidad, la del entretenimiento que todos los pueblos han desarrollado a lo largo de los siglos
El museo es visitado con frecuencia por colegios, y es entonces cuando la visita se hace inolvidable. Los pequeños contemplan los personajes sin filtros.
-Profe, ¿por qué ese muñeco tiene una porra en la mano para pegar al de al lado?. ¿Es que ha desobedecido a su madre?
Las marionetas de hilo birmanas son muy curiosas. Sus artesanos creen que los títeres pueden ganar vida y por eso su proceso de construcción es particular. Cuidan hasta el más mínimo detalle y prestan gran atención a la anatomía del muñeco. Desde la punta del dedo hasta los párpados con movimiento. Nada queda al azar… ¡Son muñecos a los que sólo les falta hablar!, y hasta eso, a veces, lo hacen.
Don Cristóbal en Portugal, Don Roberto en España, los guiñoles en Francia, cada país ha desarrollado personajes que perduran en la mente de varias generaciones. Quizá por eso es tan triste que este arte itinerante vaya desapareciendo poco a poco. De los 111 titiriteros que había a principios del siglo XX, ahora apenas quedan 9. Descendientes todos ellos de grandes sagas que a duras penas pueden vivir de este oficio. El museo de las marionetas sirve para recordarnos que hay algunas expresiones artísticas que han sido capaces de unir a toda la humanidad a través del tiempo y no las podemos dejar morir.
Y si llegados a este punto se os ha abierto el apetito, no dejéis de disfrutar de ‘A Travessa’, un fabuloso restaurante ubicado en la otra parte del Convento de las Bernardas. Es como sentarse en la mesa de la casa de la abuela con platos igual de sabrosos, aunque no siempre tan tradicionales. ¡Una experiencia culinaria de primera!.
Salimos con el estómago lleno y será por la alegría que da el vino que alguien dice:
-¿Os habéis fijado que la ex novia de Ronaldo está por toda la ciudad?
Efectivamente Irina (Shayk) empapela con su cuerpo media Lisboa con su última campaña para la firma de lencería italiana con la que tiene contrato. Pronunciado el nombre del astro del futbol se desata de nuevo la polémica. Es difícil escapar a su sombra en la capital que lo vio crecer. Aunque bien pensado en el resto del mundo también es fácil encontrárselo sin buscarlo. Los partidos del portugués se siguen en todo el planeta…¡Eso sí que es colonizar!.
El Tajo en Lisboa es una presencia constante. El río determina la separación física entre barrios. En algunos de ellos se están poniendo en marcha proyectos arquitectónicos muy interesantes. Seguro que cualquiera de los grandes nombres de arquitectura moderna estaría encantado de trabajar en un espacio como la prisión de Trafaria en Almada. 3 nuevos proyectos pretenden reconvertir el recinto y ponerle al servicio de los ciudadanos. Da gusto pensar que lugares con un pasado tan oscuro pueden ser ‘redimidos’ de sus pecados originales. La anciana cárcel es un espacio muy especial lleno de presencias. Las de los hombres y mujeres que subsistieron entre estos muros ahora abandonados. Consta de varios edificios construidos en distintas épocas con fines militares.
Ahora sigue abandonada a la espera de que se apruebe un proyecto que ponga en conexión a la población con la arquitectura. Y sin embargo abandonada, medio inundada, con puertas destrozadas y azulejos sueltos, es un lugar hipnótico, en el que podrías estar tiempo y tiempo buscando en cada habitáculo las historias que guarda. De momento, en el terreno se ha instalado una radio vecinal, una cafetería hecha con muebles reciclados y hasta unos talleres para recuperar oficios.
Seguimos buscando lugares inusuales de la Lisboa moderna, y aquí nos toca rebuscar un poco para encontrar una dirección clave: La Quinta Tagus, una casa reformada en la que se pueden alquilar habitaciones, pero también montar a caballo y comer los exquisitos platos de su chef estrella, Luis Barradas. Se ha instalado en su Portugal natal después de haberse formado y experimentado con cocinas muy distintas como la japonesa …Bueno, distinta, pero a la vez muy próxima porque resulta que los portugueses dejaron muchas técnicas culinarias en el país nipón y hasta 200 palabras de origen luso.
El menú degustación es toda una fiesta: sopa de algas y cangrejo, lubina quemada con cítrico japonés, batata dulce, escabeche de peces de Horta…Aunque el plato más exquisito y extraordinario son las ostras de Setúbal de 4 años, el doble de la edad considerada como normal. El propio Barradas ha sido el que ha decidido experimentar con el tamaño de estos moluscos que en casa Tagus se comen con cuchillo y tenedor de grandes que son. La carta puede incluir sardina, chicharro, bacalao, angula, salmonete, …todos pescados locales que se dan en la zona.
Pero es en los postres cuando viene la auténtica sorpresa del día: de repente se oyen las aspas de un helicóptero…¿Un helicóptero, aquí? ¡Qué raro!...Pues sí, un helicóptero aparece ante nuestros ojos dispuesto a darnos una pequeña vuelta sobrevolando el Monasterio de los Jerónimos de Belem, el monumento histórico más conocido de la capital por su belleza. Fue levantado para conmemorar la vuelta de Vasco de Gama de las Indias y financiado con los impuestos de las especias. Poder verlo desde el aire es una sensación irrepetible, que corta la respiración. Primero por el vértigo de la altura cuando el helicóptero se eleva, y después por la belleza y grandiosidad de un edificio que ahora se levanta donde antes había una capilla en la que rezaban los marineros al marchar a mundos desconocidos.
Dentro de la Lisboa secreta, se engloba la Lisboa subterránea, esa que se mueve en las tripas del antiguo acueducto romano y por la que hoy en día se puede pasear. El museo del agua ofrece una, podríamos llamar, caminata de unos pocos kilómetros por el interior de las instalaciones que han permitido el suministro en la capital portuguesa durante siglos. Desde que se inauguró, en octubre de 1987, los visitantes pueden deleitarse en espacios tan inusuales como la Sala de la Cisterna, el Reservorio de Patriarcal o el Arca del Agua, un espacio con 7 metros de profundidad y capacidad para 5.500 metros cúbicos. Caminar por sus pasillos estrechos produce una sensación especial.
-¿Sabéis la última de Ronaldo?, nos dice nuestro guía. Tiene nueva novia…Hoy han salido las fotos.
Vuelve a aparecer su nombre cuando menos te lo esperas…Los chicos se enzarzan de nuevo en una discusión, mientras yo pienso que es un privilegio caminar por los intestinos de la ciudad. El camino acaban en una pequeña tasca montada por un alemán. Manfred vino a vivir al sur de Europa al casarse con una portuguesa. Nadie sabía entonces lo que era un enoteca. ‘Chafariz do Vinho’ fue la primera de estas características. Abrió en 1998 con unos cuantos caldos que vendía por copas…Hoy ofrece hasta 250 variedades, la mayoría portuguesas…En su carta, por supuesto, el vino de Carcavelos, una marca que está resurgiendo a su antiguo esplendor, cuando el Marqués de Pombal era dueño de los terrenos. Actualmente son 135 hectáreas las reservadas para elaborar un caldo a la antigua de persigue sobre todo ofrecer calidad y recuperar los sabores de la tierra. Se exporta a países como Brasil, Inglaterra y Estados Unidos, aunque la verdad es que la mayoría de la producción se vende en Portugal. Y no me extraña
Cada vez que vuelvo a Lisboa me enamora. La he visitado varias veces a lo largo de mi vida, pero siempre con unos cuantos años de diferencia. Imagino que yo he cambiado. Ella ha cambiado. Pero hay cosas que no cambian: sigue espléndida, luminosa, abierta, acogedora y auténtica. Lisboa no es mi casa, pero es la casa del hermano que siempre tiene los brazos abiertos para acogerte. ¡Lisboa para sempre!. (www.visitlisboa.com)