Es verdad que Viena tiene pocas ciudades que le hagan sombra dentro del país, pero es verdad también que dedicarse sólo a la capital es perderse una parte importante de la cultura austriaca. Hay otros sitios que merecen ser visitados y disfrutados, y uno de esos sitios es Linz.
Es un importante foco industrial, pero a la vez una ciudad sorprendente en la que actualmente hay un gran centro cultural con numerosas galerías y museos de vanguardia. La ciudad se extiende a ambas orillas del Danubio, con el casco antiguo en la margen derecha, en un recodo del río.
No os perdáis la Hauptplatz de noche. Es uno de los conjuntos arquitectónicos más bonitos de toda Austria. Elegante y refinada, se trata de una plaza de muchísima actividad por la mañana...La gente va y viene casi sin pararse...Pero el visitante siempre puede encontrar sorpresas
Por ejemplo: unos hombres jugando al ajedrez a media mañana...O hasta un coche colgado a modo de escultura. El tiempo transcurre de otra forma cuando se está sentado en la Hauptplatz.
Tampoco hay que dejar escapar un sitio en el que tuvo lugar un pedacito de historia. El balcón que actualmente corresponde a la Oficina de Turismo de la plaza, es el balcón desde el que Hitler proclamó la adhesión de Austria al Tercer Reich...Fue la espontánea porque la oficial vendría algunos días después.
No hay que perderse el Landhaus, el gobierno estatal tiene su sede en un palacio renacentista construido sobre un antiguo monasterio de los mínimos. Su portal norte que da al Klosterstrasse es una bella obra en mármol de artistas renacentistas. Dentro también se puede ver la Fuente de los Planetas construida en honor de Johannes Kepler, que residió en Linz. Su casa también se conserva en el centro de la ciudad.
Como en todo el país, la música está muy presente en las calles de Linz y nunca mejor dicho...Paseando por la ciudad encontré esta idea que me facinó: pianos tumbados en el suelo para que la gente los pueda tocar y sacar de ellos sonidos en bruto. Muchos de los transeuntes caen en la trampa.
Para contemplar la ciudad desde lo alto hay que coger el Tren de Postlinberg. Se trata del ferrocarril más pronunciado de toda Europa. Cuando llegue arriba disfrutará de impresionantes vistas sobre Linz. Todo un placer,sobre todo al atardecer.
Y ahora que está a punto de llegar el buen tiempo y el Puente de Mayo me permito recomendar unas rutas especiales, sobre todo a los amantes de la naturaleza. Se llaman "Donauradweg" o "Donausteig" dependiendo de si se hacen en bicicleta o a pie...Y según cuentan los habitantes de la zona son de una belleza increíble. Salen de Passau, pasan por Linz y acaban en Viena y recorren lugares imposibles de olvidar.