Es grande y se puede ver en Irlanda del Norte. Cuando se pisa por primera vez impresiona porque parece que no es un paisaje que se pueda encontrar en la Tierra. Es real, aunque los antiguos pensaban que estaba hecho por los dioses. La Calzada del Gigante, ‘Giant’s Causeway’ , es una espectacular formación de basalto que compone uno de los conjuntos naturales más originales nunca vistos. Hoy seguimos las huellas del Gigante Finn MacCool
Dice la leyenda que fue él quién construyó este ‘caminito’ para poder cruzar el mar y luchar contra otro gigante escocés: Benandonner. Al llegar a su destino, su oponente estaba dormido, pero ya de paso se percató de que era mucho mayor que él. Volvió sobre sus pasos y cuando llegó a Irlanda su mujer le metió en una cuna como que fuera un niño. Benandonner fue a buscarle y al ver a la criatura de la cuna se espantó del tamaño de enemigo que sería cuando creciera y decidió volver raudo y veloz a Escocia, destrozando a su paso la Calzada construida por Finn.
Obviamente, la explicación científica es muy diferente. Estas rocas se formaron hace 60 millones de años, cuando una enorme capa de lava balsáltica líquida fluyó por el valle. Al enfriarse y condensarse se crearon una grietas hexagonales que han dado lugar a este lugar tan pintoresco. Es un sitio fabuloso, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad hace años. Tomaros el tiempo que necesitéis para disfrutar del ambiente. Incluso si hay turistas, que los habrá porque la estampa es tan excepcional que pocos se atreven a venir sin pasar por aquí. Si sois capaces de sustraeros a ese tumulto conseguiréis sentir la excepcionalidad del sitio
De hecho por un momento llegas a pensar que la leyenda en el fondo es la verdad de toda la historia. Que nadie más que un gigante como Finn es capaz de poner en pie estas columnas de piedra apretadas las unas con las otras. Se necesita una fuerza mítica y mitológica para crear un lugar de tal fuerza natural. Y eso solo puede pasar en sitios como éste, repleto de leyendas.