La escapada al paraíso español de Bon Jovi
Es uno de los pocos artistas vivos que ha hecho bailar a varias generaciones con su interminable lista de súper ventas…John Bon Jovi se ha subido a un crucero Norwegian Pearl…Nunca un concierto ha dado tanto que hablar Te contamos todos los detalles no vistos de esta fabulosa experiencia con el sex-symbol de la música más aclamado de las últimas décadas…”Here we are, Darlings”.
Con la puntualidad de las estrellas que tienen cada minuto tasado, Bon Jovi aparece en el escenario con su carisma intacto. Ya no es el joven melenudo que hace 35 años conquistó a las adolescentes. Ahora luce canas y proyecta una voz más desgastada, pero con fuerza de sobra para emocionar y hacer vibrar con su ‘It’s my life’, posiblemente la canción más exitosa de la banda, un himno coreado por toda una generación deseosa de romper lazos. El cantante, acostumbrado a hacer guiños a las admiradoras que han desembolsado entre 1.500 y 3.000 euros Continua reconociendo que comienzan a gustarle los tacones (quizá porque en la pista ve muchas zapatillas de deporte) y anima a beber vino. No lo dice pero seguro que piensa en el ‘Hampton Water Wine’, un rosado patrocinado por su hijo mayor hecho en Francia y comercializado al precio de 27 dólares la botella.
De momento no piensan salir del mercado americano, nos cuenta Jesse, una decisión sensata teniendo en cuenta que en Europa necesitas algo más que un nombre para vender vino, sobre todo si no tiene calidad.
Todo anima a sumergirse en una borrachera de emociones desbordadas, sobre todo después de escucharle entornar temas como ‘Who say’s you can´t go home’, ‘Have a nice day’, ‘You give a bad named’o ’Runaway’…Todos las grandes composiciones de los 80, 90 y 2000 están ahí, las mismas que les han colocado en el Paseo de la Fama, aunque las dos más potentes vienen con sorpresa. Tras unos cuantos temas busca una fan para subirse con él al escenario, el sueño de cualquier admiradora!!!!. Elige a Jennifer una chica que no ha parado de bailar cerca de la piscina. ¡Alguien se sabe ‘It’s my life’?, pregunta. ‘ Yeah’, gritan 2000 almas. Pues tú. ¡Sube!.
Jennifer no se lo cree, pero al llegar al escenario reconoce que en esos momentos no recuerda nada. “No te apures”, le dice John. ”Todas estas personas te pueden apuntar la letra”. Al final no hizo falta porque después de los primeros acordes, la incondicional seguidora recitó de memoria la canción. Después de bajar a saludar, uno a uno, a los discapacitados de las primeras filas, el show concluye con otro regalo. Esta vez, destinado a Michelle y consiste en compartir la canción que fue elegida por una cadena norteamericana como la mejor de los años 80: ‘Livin’on a prayer’, un himno de la clase trabajadora que recuerda los duros comienzos del líder, nacido en el seno de una familia humilde de padre peluquero de origen italiano, y madre ex conejita playboy reconvertida en florista.
Tras ver a su ídolo a pocos metros, como no se puede hacer en ningún estadio, los fans que han acudido de todas las partes del mundo hasta Barcelona, quedan encantados. Ellos son en gran medida los protagonistas de este singular encuentro de conciertos, también del que se ofreció el día anterior, mucho más íntimo y personal porque se tuvo que trasladar al teatro debido al mal tiempo. Dos sesiones obligaron a dividir el espectáculo que se reconvirtió en acústico con ‘Kings of Suburbia’ la banda con la que John Bon Jovi acude a sus citas privadas.
El martes ,el de New Jersey intercaló, “Born to be my baby” o “Keep the faith” con respuestas a varias preguntas hechas por los fans que pretendían conocer un poco más de su faceta personal. Así nos enteramos de que se considera una persona normal que de vez en cuando tiene que lavar los platos en casa (el domingo pasado, por ejemplo) , que si pudiera volver a los 10 años no cambiaría casi nada de lo que ha hecho, que presentará nuevo álbum el año que viene con el nombre “2020” y que muchas veces no entiende a sus fans. Esto último queda claro cuando una de ellas se tira al escenario y se deja abrazar ante la imposibilidad de los miembros de seguridad de apartarla de allí. Os sorprenderíais lo que pienso en determinados momentos del show…que no tiene que ver con él, añade.
Tiene 57 años y se nota que el tiempo ha pasado. Ya no es el de los 40 conciertos europeos en un solo verano. Pero es un profesional de primera, que se deja la piel encima del escenario. Un ser humano que trasmite calidez y cercanía, y un artista que no ha perdido un ápice de su poder para emocionar. El crucero ha sido todo un éxito…Un gran tanto para Norwegian. La naviera norteamericana ha conseguido algo inaudito: reunir en un barco a más de 2.000 afortunados que han recordado y revivido con Bon Jovi sus mejores años. Ojalá que se el inicio de un gran idilio.