Se ha escrito tanto sobre la capital británica que uno tiene la sensación de haber estado en ella antes incluso de pisarla. Todos los grandes narradores de la historia la han sufrido y la han amado. Hoy nos acercamos al Londres literario a través de experiencias divertidas e inolvidables. ¡Porque fuera de los libros también se aprende literatura!
UNA TARDE EN EL GLOBE
Se construyó en 1599 a orillas del Río Támesis cuando esa parte de la ciudad solo la frecuentaba ‘la chusma’, pero las obras de teatro y los espectáculos que allí se representaban hacían que las 3.500 plazas que entonces tenía se quedaran pequeñas para acoger a todos lo que querían divertirse con las historias del entonces joven Shakespeare. ‘The Globe’ se reconstruyó en los 90 para devolver al lugar su belleza y esencia y para representar las obras del autor de la literatura inglesa más universal de todos los tiempos.
En el siglo XVI las entradas costaban entre 1 y 6 chelines, las sesiones comenzaban después de comer, a eso de las 2 de la tarde, y finalizaban en cuanto anochecía (queda claro que la luz eléctrica no era una opción). Lo importante era tener entretenido al público el máximo tiempo posible y dejarles contentos…Sobre todo dejarles contentos así que las historias de amor y los enredos proliferaban en las tramas.
La Reina nunca estuvo aquí. Se ha dicho en más de una ocasión, pero es harto improbable que Isabel I se mezclara con la plebe. Ella nunca pisó ‘The Globe’ porque era una manera de rebajarse, pero lo que son las cosas, ahora no es fácil conseguir una entrada por lo demandados que están sus espectáculos. Muchísima gente del mundo del espectáculo está encantada de contribuir a financiar este teatro que no abre todo el año por una cuestión de climatología. De hecho está descubierto y en invierno no habrá quién pare, pero el resto del año se puede disfrutar de la obra de Shakespeare en todo tipo de versiones. En la última versión de ‘La Tempestad’, por ejemplo, suena música heavy: un enfoque moderno para un texto clásico del que los actores no cambian ni una coma. Quizá porque los textos de siempre son más actuales que nunca.
RUTA LITERARIA TEATRALIZADA
Porque no hay nada mejor que conocer en persona a Charles Dickens y a Virginia Woolf para aprender de su obra. ‘Maverick theatre company’ ha puesto en marcha un tour literario que durante 3 horas recorre rincones y tabernas que han servido de inspiración a los grandes literatos británicos. En el paseo teatralizado Neil Maxfield y Sarah Dorsett resucitan a estos dos genios y recitan parte de su obra inmortal. ¡Una delicia para las tardes de primavera y verano!.
Nick Hennegan, escritor, productor y director del espectáculo concibió el proyecto con la participación de actores del West End londinense, bregados muchos de ellos en proyectos de televisión y cine. Comienza en Fitzrovia y termina en el Soho, pero no sin antes hacer paradas en el ‘Marqués de Granby’ del que era habitual T.S.Eliot, el ‘New Man Arms’ que inspiró a Georges Orwell o incluso ‘The Black Horse’ donde Karl Marx llegó a pronunciar un discurso. No hay tiempo para beber en todos ellos, pero cuando por fin ‘paréis para repostar’ recordad que todos son locales relaciones con la industria, así que abrid bien los ojos porque nunca se sabe con quién podéis coincidir tomando una pinta.
LA CASA DE CHARLES DICKENS
La casa de uno de nuestros personajes resucitado en el paseo literario es la que vamos a visitar a continuación, la única de las que queda en pie de todas las que habitó. Charles Dickens vivió aquí durante 2 años, cuando ya había alcanzado prestigio, fama y cierta fortuna. Lo hizo con su mujer, Catherine, con la que se había casado hacía 1 año, con la que tuvo 10 hijos y de la que se acabó separando a pesar del gran escándalo que supuso en la época. Dicen que ella, una mujer francamente hermosa, como atestigua el enorme cuadro que cuelga en el estudio, no aguantaba el ritmo del novelista que demostraba tener energía para dar y recibir.
Dickens vivió cómodamente en este edificio de 4 pisos que expone manuscritos, pinturas y muebles originales que usaron tanto el matrimonio como sus familiares y amigos. Pagaban 80 libras al año, aunque después de ese tiempo la pareja se mudó a otra casa más acorde con su nueva condición social. En el 48 de Doughty Street, tomaron vida historias que ya son parte de la literatura universal: Oliver Twist y Nicholas Nickleby entre otros. Cuando Dickens vivió aquí era una joven promesa , pero de esta casa ya salió como escritor consumado y leyenda viva de la literatura universal.
EL CAFÉ ROYAL
Los cafés en los que escritores e intelectuales han discutido durante décadas conservan una energía electrizando, y eso es algo que se puede sentir en El Café Royal de Regent Street, el punto de reunión habitual de escritores como Oscar Wilde, tan buen cliente, por cierto, que la actual Tea Room lleva su nombre. Dice la leyenda incluso que aquí fue donde se enamoró de Lord Alfred Douglas Queensbury con el que protagonizó una escandalosa historia de amor. También lo frecuentaron poetas como Yeats y Verlaine y dramaturgos como Bernard Shaw. El ‘Royal’ sigue siendo un lugar exuberantemente decorado con pesadas arañas, adornos barrocos y frescos en los techos. Un local perfecto para tomar el té, como dios manda, y pensar en los artistas que encontraron inspiración entre estas paredes.
AGATHA CHRISTIE Y ‘LA RATONERA’
Si hay una dama de la literatura inglesa que ha trascendido fronteras esa es Agatha Christie. Su obra de teatro ‘La Ratonera’ ha batido récord mundial de representaciones. Se puede ver a diario en algún teatro del ‘West End’ londinense desde el año 1952, lo que quiere decir que lleva más de 24.000 funciones ininterrumpidas. Ningún otro autor puede decir lo mismo. No será su mejor texto, pero sí es entretenido y se ha convertido en una atracción turística de primer orden.
‘La Ratonera’ se recita desde hace 43 años en el teatro St Martin’s… En todo este tiempo no ha cambiado ni la voz del locutor de la radio, ni siquiera la manera de hacer los efectos especiales, primitiva pero efectiva y muy interesante…Y sin embargo cada día decenas de personas acuden a este teatro fascinados con la sencilla historia de 8 personajes atrapados en la nieve con un asesino por descubrir. ¡Y eso que es complicado esconder quién es el criminal en la era de internet!. Doña Agatha estaría contenta de descubrir lo que sigue gustando su obra.
THE REFORM: EL CLUB PHILEAS FOGG
De pequeña soñé muchas veces con convertirme en una Phileas Fogg femenina que viajaba por el mundo descubriendo gentes y culturas. La novela de Julio Verne pobló mis anhelos más secretos y quizá por eso tiene un sabor especial el lugar en el que según el autor se produjo la apuesta que desencadenó la aventura, el ‘Reform Club’ londinense. Como en la mayoría de instituciones de estas características no podréis ni siquiera poner un pie en el hall, reservado para los socios. Baste decir para hacerse una idea que su diseño se basa en el Palacio Farnesio de Roma y que su biblioteca tiene más de 75.000 volúmenes.
Abierto en 1841 y situado en el 104 del Pall Mall no admitía a mujeres hasta 1981. Su tarifa sigue siendo de las más altas de todo el Reino Unido, quizá por eso el agente más famoso del MI6 grabó aquí en 2002 una escena de ‘Muere otro día’.
BRITISH LIBRARY
Y si el ‘Reform’ es el templo de todos los Clubs del Pal Mal, la British Library es la Catedral de los escritores con más de 250 años de Historia y 150 millones de publicaciones. Manuscritos de Jane Austen, James Joyce y composiciones originales de Händel y los Beatles están entre los 625 kilómetros de estanterías que guardan tesoros de las artes y las letras que se incrementan cada año.
La institución se trasladó aquí en los 90, cuando se separó del British Museum con el que había convivido durante décadas. Desde entonces y poco a poco se ha ido convirtiendo en un espacio abierto al público en el que sorprende ver a muchos usuarios y gente joven leyendo y estudiando en los espacios centrales, no reservados para los investigadores.
El edificio, con sótanos infinitos para almacenar los millones y millones de manuscritos, tiene también otra peculiaridad que sorprende: una enorme columna acristalada que domina el patio central. Se trata de la Torre en la que se guarda la increíble biblioteca del Rey Jorge III, tesoros recopilados por el monarca entre los años 1763 y 1820 y entre los que están 5000 libros, mapas y folletos del XVIII y XIX.Un auténtico paraíso para los amantes de los libros.