Ruta gastronómica por Cork
Irlanda y buena gastronomía no son dos ideas que en nuestra cabeza vayan de la mano. Y sin embargo revisaréis este pensamiento si visitáis Cork, capital del condado del mismo nombre y la segunda ciudad más importante del país. Prepararos para leer un post con el que os acabaréis chupando los dedos…Vamos a hacer una ruta gastronómica por la ciudad y no dejaremos de probar ninguno de los manjares de la zona: seefood chowder, sopa de pescado; irish stew, guisado de cordero y black pudding, una morcilla con cereal de gusto peculiar. Son sólo algunas delicias gastronómicas que encontraréis en esta Irlanda culinaria no siempre conocida por los viajeros…
Tomamos como punto de partida el ‘English Market’, el mercado inglés creado en la época de dominación británica que duró casi 800 años, y al que acudía la gente de alcurnia. Aquí encontramos puestos con pan de todo tipo, deliciosos pasteles, todos caseros claro, salami recién embutido y pollo de granja a precio más que asequible…
Entre esas tiendas destaca Tom Durcan con su ‘beef picante’ originario de Cork creado cuando la falta de frigoríficos obligaba a buscar sustancias que pudieran hacer más duradera la carne. Hoy es un manjar que se consume de forma masiva en Navidad, pero que también tiene sus adeptos el resto del año. Tom asegura que en su establecimiento se hace el mejor del país y puede que sea cierto porque su negocio provee a más de 600 carnicerías de todas las partes de Irlanda.
Es curioso que su local sea ahora una referencia culinaria teniendo en cuenta que a Durcan el amor por la ‘carne’ no le viene de familia. Comenzó a trabajar hace años en verano y lo que parecía un puesto de trabajo pasajero acabó siendo su vida y su oficio…Y lo debe de hacer muy bien porque asegura que en su casa no han notado la crisis. Se vende lo mismo y se ingresa igual…Así que el secreto debe de estar en el producto…
El producto es también lo mejor de ‘K. 0’Connell’ una pescadería famosa en toda la ciudad porque fue visitada por la Reina Isabel II en su último viaje a Irlanda. La foto en tamaño XXL de sus furgonetas y hasta del mostrador delata ese momento inolvidable para muchos ciudadanos porque la soberana británica apareció vestida de verde, el color nacional.
Lenguados, lubinas, salmones y cualquier otro pescado está tan fresco que parece que va a saltar sobre los clientes en cualquier momento…Aunque lo que de verdad os aconsejo es que os decidáis por unas ostras que podréis degustar ‘in situ’. El dependiente os las abrirá y os las pondrá a punto en un ‘pis-pas’. 1 euro 20 por pieza es más que barato por el inmenso placer que meterse un trozo del océano en la boca
Dejamos el mercado y nos vamos un par de calles más allá hasta ‘Nash19’ en Princes St. La propietaria del lugar es una mujer de carácter que ha levantado el establecimiento, hace ya 24 años, desde la nada…Parece que Claire Nash controla todo lo que ocurre en su local. Desde primera hora de la mañana saluda a los clientes, da ordenes a los empleado… a las 11 seguro que se ha bebido ya unos cuantos cafés…
Nos cuenta que lo primero que hace cada mañana es llamar a la pescadería para saber qué mercancía ha llegado y a partir de ahí crear todo el menú del día basado en productos frescos y de calidad. Es uno de los lunch más visitados de la ciudad…Sus puntos fuertes, la ‘seefood chowder’, la sopa de pescado que lleva un toque especial de tomate y crema; la ‘black pudding’ una especie de morcilla con cereal que tiene una pinta estupenda y sabe a gloria; los scones, una clase de panecillos dulces cuya masa fabrican cada día y las patatas nuevas, ahora cogidas cada noche de su huerto y que hacen las delicias de la clientela más exigente.
Estos son los platos ‘estrella’ de Nash19, aunque mi guía gastronómica, Joleen, una mujerona irlandesa, pelirroja y sonriente que presume de haber nacido y crecido en un pub, no está muy de acuerdo. ‘Todo es delicioso’, me dice, ’pero mi favorito es el ‘fresh crab sandwich’ un bocadillo de cangrejo con pan negro casero, mango y jengibre que tiene una pinta irresistible.
Salimos con pereza del local de Claire para marcharnos al de Sinead Doran. Menuda y sonriente ella regenta el maravilloso restaurante de la Galería de Arte Crowford. Hablamos de un centro público en el que se exponen colecciones y obras (su entrada es gratuita)y que cuenta con un acogedor ‘bistrot’ que esconde grandes delicias.
Podéis empezar con unos nougat, un riquísimo dulce típico de Francia elaborado a partir de clara de huevo, miel y almendra. Su sabor y su aspecto es muy parecido al turrón y es realmente delicioso. Los que se comen aquí son de elaboración casera y doy fe de que se deshacen en la boca. Si preferís algo más contundente, pedid el guisado de tuétano de vaca. Lo más valorado es la ternilla líquida del interior del hueso que algunos paladares consideran un manjar.
Siguiente parada, ‘n5 Fenno’s Quay’, en Sheares St, un acogedor restaurante en el que nos proponen la versión moderna de un tradicional postre que se utilizó durante décadas para curar enfermedades. Antiguamente se hacía con leche, vainilla, azúcar, anís y crema. Carrageen Moss, la chef, lo ha modernizado con algas marinas disecadas que le dan un toque exótico. Su sabor es suave y agradable por eso sorprende tanto saber que los monjes y los vikingos utilizaban esta mezcla para que la población se recuperara de las dolencias. También lo utilizó mucho Darina Allen, una auténtica sacerdotisa nacional de la cocina irlandesa.
Si estamos en ruta gastronómica podemos hacer una última parada para ver la fabricación de la cerveza. En la capital, en Cork, se organizan tours en una factoría pequeña donde se produce el preciado líquido de forma artesanal. Se llama ‘Rising Sons’ y sólo una advertencia…La organización de visitas es muy reciente y el lugar está todavía un poco en ‘bruto’ para mostrarlo al público. Además, las explicaciones sólo se dan en inglés. Al final hay una degustación de tres cervezas distintas que si no eres muy entendido puede ser lo más interesante.
Si a estas alturas tenéis todavía hambre hay que entrar en cualquier pub para que os preparen una buena sopa de pescado, ‘seefood chowder’ o un buen guisado irlandés, ‘irish stew’…Os chuparéis los dedos porque si algo sorprende de Irlanda es la riqueza de una comida que se elabora con los productos de calidad que les aporta una tierra fértil y un mar poderoso. Solo os puedo decir que no os preocupéis por los kilos de más (el resto del año no os acordaréis de ellos y sí del sabor de los platos) y ¡qué os aproveche!.
COMO LLEGAR:
Cork está cerca gracias a Iberia Express que ofrece dos frecuencias semanales, miércoles y sábados. Se pueden conseguir billetes desde 49 euros por trayecto siempre que se compre ida y vuelta. Es una fantástica opción para el verano que coloca a la segunda ciudad del país, rebelde y orgullosa, a un tiro de piedra.