De compras: jabón de Marsella

telecinco.es 08/09/2012 21:03

En la sección de compras hay una cosa que es obligatorio llevarse de Marsella: el jabón.Dentro de su sencillez es un jabón tradicional que podrás encontrar en muchos sitios por toda la ciudad.

En tiendas, en puestos callejeros,...Lo importante es que os cercioréis de que es auténtico jabón de Marsella.

Su particulatidad es que contine un 72% de diferentes tipos de aceites según una técnica de elaboración que se remonta a la época de los romanos.

Su calidad es suprema porque es de origen vegetal y no animal, así que también se puede utilizar para lavarse el cuerpo sin que dañe la piel. Doy fe. Uno de los sitios más tradicionales para ver su elaboración es "La Savonnerie marseillaise de la Licorne", la jabonería marsellesa del Unicornio.

En la fábrica que la firma tiene en Cours Julien podréis ver todo el proceso completo una vez al día. Desde que se recopilan los materiales hasta que se le da la forma a la pastilla. Aquí todo se hace a mano. El proceso sigue siendo totalmente artesanal.

Entre los aromas que ofrece la industria jabonera en Marsella, el vegetal blanco tiene aromas de lavanda, miel, leche, canela, naranja o jazmín. Y el de aceite de oliva, también tradicional de la zona, aromas de manzana, arcilla, vainilla, menta o romero. Cuidado cuando acerquéis la nariz para olerlo.¡El pelotazo de perfume es impresionante!. Y como si fuera una droga maravillosa te sube un aturdimiento a la cabeza que te deja "grogui". El enganche es grande, el placer intenso y ya veréis como volvéis a oler otra pastilla.

El aroma de la lavanda es el más socorrido, ya que esta planta es otro de los emblemas de Provenza-Costa Azul. Y una última cosa que es una advertencia. Cuidado con el jabón de Marsella que os venden fuera de aquí, porque la marca no está registrada. Pensad que se hace así desde hace siglos. Hay quién se ha aprovechado de ésta circunstancia y etiqueta como jabón de Marsella lo que no es. Yo desde luego, ¡¡cargué!!.

Y protagonicé varias escenas surrealistas en el aeropuerto. Llevaba tal cantidad de pastillas que me paraban en cada control de equipaje y me hacían sacar todas...¡Yo creo que estuvieron a punto de detenerme por contrabandista!.