Las luces de la Catedral de Chartres
La ciudad francesa se convierte cada año en un festival de luz. ‘Chartres en limiére’ ofrece la posibilidad de disfrutar de los edificios más representativos de la ciudad iluminados con luces especiales. Es un espectáculo original y pionero que atrae cada año a más de 1 millón de turistas a la ciudad. Hoy nos vamos a verlo, centrándonos en el edificio más bello de la villa: La fabulosa Catedral de Notre Dame. ¿Vienes?
Comenzamos este viaje de noche y por las tripas del edificio, la Cripta. ‘Imaginaros que sois un peregrino del siglo XII…’ Así comienza este historia que nos pasea por los laberintos más recónditos de la misteriosa Catedral. Toda la luz que podréis tener es la de la vela que os va a acompañar en los pasillos de esta Cripta del XI, la más grande de toda Francia. Comprende dos galerías paralelas y una serie de capillas que todavía hoy son usadas de vez en cuando. El camino en penumbra es muy íntimo. Y la voz apenas susurrada del guía ayudará a meteros en un ambiente de misticismo inolvidable. Es quizá la recomendación más viva que os hago si pasáis la noche en la capital francesa, la visita nocturna la Catedral. Pocos sitios se atreven a meterte en estos ‘palacios sacerdotales’ a luz de gas. Y pero pocos sentimientos son tan abrumadores como verlos en la intimidad de la noche.
La fachada del edificio, excepcional como pocas, se ilumina con unos proyectores escondidos en los edificio cercanos. Dibujan escenas plásticamente muy bonitas, tanto, que te quedas mirando hipnotizado aunque el viento sople de verdad y el frío haga acto de presencia. Cambia en cuestión de segundos y va construyendo una imagen da una idea bastante exacta de cómo debía de ser la fachada de Santa María cuando era policromada.
Es el trabajo de un equipo entero de profesionales durante 6 meses al año. En toda la ciudad de Chartres se iluminan hasta 29 monumentos desde principios de primavera hasta bien entrado el otoño, así que la visita después de cenar puede durar un buen rato para disfrutar por lo menos de unos cuantos espectáculos lumínicos.
La oscuridad de la Catedral desaparece con el día , pero no su misterio. Ese permanece intacto a la luz del sol. Es una catedral de ‘corazón’ medieval comenzada a construir en 1020. La románica fue destruida por un incendio y sólo la torre sur, la fachada oeste y la cripta subsisten de esa época. Lo que más valoran los lugareños es la reliquia del ‘Velo de la Virgen’ que fue el único tesoro que se salvó del fuego.
Hablaba de misterios y aunque son muchas las cosas que podéis apreciar de ‘Notre Dame de Chartres’, en tan magnífico templo yo os recomiendo que os centréis en dos que son las que la hacen famosa en el mundo entero. La primera es la maravillosa colección de vidrieras. Son 150 escenas bíblicas y de la vida diaria en el siglo XIII que fueron donadas por las cofradías entre 1210 y 1240. Es decir 30 años para construir una colección única en el mundo y que atrae a cientos de miles de personas cada año a la ciudad. Durante las dos guerras fueron cuidadosamente desmontadas y puestas a salvo hasta la finalización del conflicto. Mis favoritas son las de los rosetones. Todos son distintos y contienen escenas clave para el cristianismo como El Juicio Final, el Apocalipsis o la Glorificación de la Virgen. Sentaros a contemplarlas y fijaros en el detalle de todas las escenas, la viveza de los colores y la finura de los personajes. ¡Es un trabajo de auténticos artistas! .
Y el segundo gran misterio es EL LABERINTO. Pero escrito así, en mayúsculas. Es uno de los poquísimos originales que quedan de aquella época. Data del siglo XIII, aunque también en eso hay algo de misterio porque los autores no se ponen de acuerdo sobre la fecha exacta de su creación, y se supone que muchos penitentes lo recorrían de rodillas para dar gracias o pedir alguna concesión. Pero las dudas y los misterios siguen: ¿Hubo alguna vez algo bajo el centro del laberinto? ¿Cómo era la placa que lo ‘coronaba’?. En cuanto a la primera cuestión, parece que los estudios han descartado que hubiera nada enterrado debajo. Pero en cuando a la segunda los expertes creen que había una placa de la representación del combate entre Teseo y el Minotauro que fue fundida en algún momento para hacer cañones. El laberinto es un elemento mágico de la vieja Catedral que sigue despertando mucha atención en los visitantes. Mide más de doce metros y no se tarda en hacerlo ‘de rodillas’ menos de una hora. Lo digo porque si una vez allí os véis con ánimo , que nunca se sabe. Es la mejor manera de sentirse un peregrino medieval. Seguro que las cosas se ven de otra manera.
La Catedral está muy presente en la vida de los habitantes de la ciudad. Gente muy amable y sociales que tienen siempre buenos gestos cuando reconocen a un extranjero. Los niños crecen ya contemplanto este maravilloso monumento que sigue contemplando la vida pasar conservando sus misterios, de día y de noche, tan intactos como hace siglos.
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