Hora de Brujas
Los aficionados a las brujas y a los exorcismos tienen una parada obligatoria en la capital de Croacia. Hoy os llevo a recorrer aquellos lugares que han quedado relacionados con las personas acusadas de tener poderes especiales.Lugares en los que se practicó torturas de manera habitual. Fueron testigos del sufrimiento de muchas personas que pagaron con su vida el hecho de tener, ser o creer en algo distinto.
Sea cierto o no, el caso es que en aquella época una simple acusación bastaba para para poner en peligro la vida. Comenzaremos en el mismo centro, en la Plaza Ban Josip Jelacic. El auténtico corazón de la ciudad y el lugar dedicado a un importante gobernador muy querido en Zagreb.En un extremo de la imponente plaza está la fuente de Manduseva que encierra el secreto del nombre de la ciudad. Se dice que aquí había un manantial que suministró agua a Zagreb durante siglos y siglos. Según la leyenda, el viejo gobernador vió un día a una muchacha muy bella cuando volvía de una batalla. Como tenía sed, la pidió que recogiera ("zagrabiti" en croata) agua para beber. Y así se bautizó la capital de Croacia.
Otra leyenda asegura que en torno a esta fuente se reunían las brujas para invocar al diablo. Yo, sin embargo, os animo a que os reunáis en torno a ella para echar una moneda al agua. Dicen que es la manera más pintoresca que conozco de asegurarse un próximo viaje aquí.
El siguiente puento de parada importante es el Museo de la Ciudad. En él se encuentran las máscaras y diversos instrumentos de tortura utilizados para someter a los acusados de practicar burjería. En 400 años, 150 personas fueron asesinadas acusadas de implorar al diablo. TEned en cuenta que seguro que fueron muchas más porque ese solo es el dato oficial.
La catedral de San Esteban y la Plaza en la que se encuentra son otro punto fundamental de nuestro recorrido. Frente a ella, cerca de un oblisco con la Virgen, estaban los antiguos juzgados de Kaptol, la parte más "noble" y el lugar en el que tenían lugar los juicios sumarísimos a criminales y a brujas. Por cierto, los juicios de éste tipo eran muy raros en el siglo XV. Pero eran habituales en el XVII.
Cuándo paséis por la puerta de Piedra, la entrada medival de la ciudad al bario de Gradec y la única hasta 1850, fijaros en la parte superior. Hay un curioso mazo con pinchos. Es una trampa para que no se posaran en el techo las brujas. Se decía que entraban por los tejados a raptar a los niños para extraerles la grasa y poder volar. No lo dudéis...seguid en Zagreb la ruta de las brujas croatas. Es increíble darse cuenta de las cosas tan irracionales en las que a veces ha creído el ser humano.