Algo que tiene que tener cuando por aquí han pasado Adolfo Suárez, Sagasta y hasta Antonio Maura que más de una vez celebró el Consejo de Ministros en Fortura porque no quería perderse el revitalizante poder de sus aguas. El Balneario de Leana es uno de los más antiguos de España y a día de hoy son muchos los que, sanos o con achaques, no quieren perderse una estancia disfrutando de aguas tan saludables y a decir de algunos casi milagrosas. También podréis sentiros pasajeros de primera del “Titanic”, ya veréis por qué…Hoy os invito a las Termas de esta localidad murciana, donde por cierto, se oyó por primera vez aquel “No te quieres enterar” de Concha Velasco que hoy se ha convertido en el grito de fiesta de todo un país. ( http://www.leana.es/ )
Pero empecemos por el principio, que básicamente se resume en que Leana, nombre de mujer romano, fue el balneario de referencia de Cartagonova en su época de máximo esplendor
En 1860 se pone en marcha el complejo sobre la antigua casa de baños municipal y a partir de unas aguas con importantes propiedades para mejorar enfermedades reunáticas y respiratorias. Claro que quién no padezca de nada de eso, siempre puede darse un capricho al cuerpo. Doy fe de que el estrés se reduce considerablemente en cuanto pones un pie en la piscina. Yo lo hice nada más llegar y esa misma noche era otra persona.
Otra experiencia muy sedante, las termas, que todavía poseen las bañeras de mármol italiano de estilo isabelino originales cuyo peso en algunos casos alcanza los 1500 kilos de peso. ¡¿Os imagináis?! Os encantarán porque sentiréis que estáis disfrutando un placer de dioses y que sois tratados como reyes.
Y todo ello “regado” con aceites esenciales elaborados por el dueño del Balenario, Pedro de Leana, del que os hablaré convenientemente más adelante. De entrada solo os diré que todos los olores, perfumes y esencias que disfrutaréis aquí son creación suya.
Pero la piscina, las termas y sus tratamientos no son las únicas experiencias inolvidables que podéis vivir en Leana. Resulta que los dueños del Balneario eran agentes de la White Star Line en Barcelona, la compañía propietaria del Titanic, así que cuando hubo que remodelar el comedor principal, se inspiraron en el restaurante de Primera Clase del buque hundido.
Gracias a eso podréis encontraros sintiéndoos cualquiera de los millonarios que subieron al desafortunado barco. ¡Es toda una experiencia, os lo aseguro!. Otra cosa que sorprende de Fortuna, la cantidad de historia de tiene el balneario, historia que casi se puede leer en sus paredes.
Aquí estuvo Sagasta, aquí vino Suárez y aquí llegó a celebrar consejos de ministros Antonio Maura, tal era su “necesidad” de disfrutar de las aguas termales de Fortuna…
El ilustre político debía de pensar que nada le iba a quitar el poder reparador de las aguas y también de sus zonas de ocio...De su casino, su salón de baile, su hotel con escalera de película…Al final se ha conseguido un conjunto muy confortable, aunando historia y practicidad, que invita a disfruar, a regenerarse y a repetir...Eso es por lo menos lo contaban muchísimos clientes con los que pude hablar. Todos vuelven. Descanso y ocio para recargar las pilas…
Y ahora con el AVE a Villena, la verdad es que está a un tiro de piedra, incluso para acercarse un fin de semana. Por lo que respecta a mi, todo lo que os puedo contar es que fue una experiencia increíble de la que volví nueva. Yo, si me dejan, me atrinchero en la piscina y a ver quién me saca (http://www.leana.es/)