"Azur" de Cassis (parte 2)
Y además del mar y del paseo que os tenéis que dar por "Les Calenques", está el pueblo de Cassis. La población, a 30 kilómetros de Marsella, es una preciosa "village" de pescadores que todavía conserva la esencia de lo que fue. Típico pueblo francés, en el sentido más "glamouroso" de la palabra, respira encanto y sofisticación, lo que atrae cada año a muchos turistas extranjeros. (http://www.ot-cassis.com/)
El puerto está lleno de pequeñas embarcaciones, muchas de recreo, pero otras todavía pertenecen a los pescadores que siguen faenando. Son las "pointus", las puntiagudas, que se resisten a desaparecer en pos del turismo. El puerto es un lugar muy agradable para pasear, sentarse en una terraza, o ir a comer alguna exquisitez francesa.
Igual de concurrido que el puerto, está en el buen tiempo, la playa .Tiene aguas limpias y permite tumbarse en la arena sabiendo que el restaurante está a un tiro de piedra.
El clima es estupendo porque no hay demasiada humedad. Y eso que el mar lo impregna todo. El mar y el puerto, también presente en las postales y cuadros de artistas que encontramos en el recorrido
Lo que más me gustó es que a la vez que encuentras alemanes, italianos y rusos por doquier, también ves a vecinos de Cassis que no renuncian a sus costumbres. Hacía mucho que no veía jugar a la petanca con tanto empeño.
Y a una hora en la que el calor, por cierto, apretaba de lo lindo...Pero allí estaban ellos.
Entregados al entretenimiento, metro en mano y con una cara que demostraba que tenían entre manos algo muy serio. Cassis tiene historia en sus calles. Se ve en sus casas, con vestigios de una época esplendorosa...
...Y se ve también en sus edificios que en algunos casos recuerdan al Emperador que pernoctó en ellos. El gran Bonaparte recordado en Francia como el hombre que hizo de la nación un imperio, también pasó por aquí, aunque fuera brevemente.
Otra cosa que me pareció maravillosa, el sonido constante de las cigalas. Se oyen a todas horas, en cualquier parte del pueblo. Ellas son un recordatorio constante de que en el fondo estás en el campo y rodeado de naturaleza. Después de saber ésto es probable que no os sorprenda que os diga que es muy típico de Cassis una pieza de cerámica que encarna a esos insectos.
Y también es probable que os gusten alguna de las telas típicas de la zona.
Son floreadas y recuerdan a los campos de la Provenza que perfuman toda francia con sus fragancias.