Amberes, la ciudad de los diamantes
Siempre fue una piedra especial por sus propiedades. Los Indios la consideraban sagrada, los Griegos la bautizaron como ‘Adamas’, invencible; durante la Edad Media se los tragaban para curar la peste. Mucho antes de que fueran vistos como el símbolo del amor eterno, los diamantes ya eran reconocidos como gemas que bien valían una fortuna …Hoy vamos a pasear por el fabuloso museo dedicado a esta piedra y entrar en la única bolsa del mundo en la que se venden en bruto. ¡Bienvenidos a Amberes
En el mismo centro de la ciudad, en el corazón de esta urbe hermosa y refinada encontramos el DIVA. Aquí encontraremos una de las primeras piezas conocidas talladas en forma de pirámide, aquí veremos collares, brazaletes y pectorales de estilo ibérico y también piezas más modernas como el collar cremallera diseñado por Van Cleef & Arpels o las estrellas inspiradas en el edelweiss que llevó habitualmente en el pelo la Emperatriz Sissi. No falta ninguna pieza icónica en este recorrido histórico totalmente interactivo que palpita en el corazón de Flandes como uno de los motores económicos de la zona.
El DIVA. Tras 35 años de trayectoria se han consolidado como unas creadoras rebeldes y vanguardistas que han coqueteado con el movimiento punk y el surrealismo.
Son mujeres fuertes y decididas que comenzaron a trabajar juntas en 1984, pocos años antes de que su carrera despegara a la que vez que la de los diseñadores conocidos como ‘Los 6 de Amberes’. En el DIVA se puede seguir su proceso de creación, ver sus inspiraciones e influencias y recorrer su trayectoria…También están presentes alguna de las piezas de colección que han atesorado a lo largo de los años: por ejemplo, un anillo con un azucarillo como piedra preciosa de Meret Oppenheim, o una espectacular y moderna gargantilla de Man Ray de 1970.
Catherine Waters and Karine Hendrix no dibujan sus diseños sobre papel. Prefieren modelar directamente las piezas sobre el material. Al principio no trabajaban con diamantes porque eran caros y aspiraban a que sus diseños fueran accesibles para todo el mundo, pero con el tiempo también se rindieron a esta piedra hipnótica que pasa al menos una vez en la vida por su ciudad natal, Amberes. Si buscáis por alguna de sus tiendas podéis probaros sus fabulosas creaciones. Bajo nombres como ‘love storys, simbols’ o ‘nature inspirations’ encontraréis colecciones deliciosas con las que seguro que os sentiréis identificadas.
Fijaros en dos piezas especiales que merecen que nos detengamos. Una es un imperdible gigante del que cuelga una enorme perla de ‘papel maché’ con el que se intenta hacer un pequeño homenaje a sus abuelas. Por cierto que se ha hecho muy popular porque Emilia Clark, la actriz de ‘Juego de Tronos’, la subió a sus redes sociales recientemente. El otro detalle en el que fijarse tiene que ver con unos pendientes con forma de garra llamados ‘grigri’ que surgieron de una forma casual. Catherine y Karine se encontraban trabajando en torno a la figura de los pies, y la madre de una de ellas decidió acercarse a una carnicería y traer lo que allí encontró: pies de gallinas y pollos. Desde entonces es una de sus señas de identidad, aunque sea con distintos tipos de piedras y de material. El universo de estas diseñadoras es totalmente femenino. 40 mujeres componen el equipo, algo que sorprende y que a tenor de lo que nos cuentan, no ha sido buscado. El entorno es propicio para conciliar y para las madres, nos dicen. Ojalá muchos tomen nota.
Los mercado de diamantes es uno de los más cerrados del mundo. Es complicado entrar en la sala en la que se mueven miles de millones de euros al año. Hacerlo es todo un privilegio y por eso sorprende su sencillez: toda la pared derecha está formada por una enorme cristalera que permite pasar la luz para comprobar la claridad de las piedras. Esta mañana la única bolsa de diamantes en bruto del mundo está tranquila. Pero aún así pululan algunos señores, judíos e indios en su mayoría, que portan trajes sencillos, algunos hasta gastados. Hoy está todo tranquilo, pero no es difícil ver aquí ‘tupper’ repletos de diamantes de diversos tamaños. El tráfico es abundante, casi diario porque la demanda en importante. En contra de lo que la mayoría de la gente cree el 95% de estas piedras preciosas se destina a la industria. Sólo un 5% acabará en una joyería.
Son caros porque para empezar pueden tardar miles de años en formarse, pero además porque su proceso de extracción es muy costoso. Primero hay que localizar un posible yacimiento y después hay que estudiar durante meses hasta el más mínimo detalle para decidir si la mina es rentable. Muchas veces los números no cuadran y se abandona la explotación. Por lo menos de momento…En Amberes no existen diamantes de sangre, es decir diamantes cuyos beneficios se destinan a financiar guerras. Las autoridades de la bolsa se han empleado a fondo para crear un sistema de certificados que aseguran la ‘limpieza’ de las piedras.
¿Y de dónde provienen los mejores, os preguntaréis? Pues normalmente de África, sobre todo de Lesoto, aunque la mayor cantidad de producción tiene lugar en Rusia. Se venden en Flandes en bruto, viajan hasta La India para el proceso de pulido y después se dispersan por las 30 bolsas repartidas por todo el mundo. 4 de ellas están en Amberes, así que no es de extrañar que el 50% de las gemas vuelvan a Amberes para una segunda venta. Se venden en lotes. Todas las piedras pasan por un laboratorio en el que los empleados no pueden tener ni siquiera su móvil para evitar distracciones. Tienen que determinar las 4C que definen su calidad y también su precio, claro: carat, clarity, colour and cut. Es decir, quilates, pureza, color y corte. Los acuerdos de compra se cierran con un simple apretón de manos y unas palabras en hebreo, pero el comprador todavía tiene una semana para arrepentirse del trato.
Una llamada de teléfono después de los primeros siete días sellará el pacto definitivo que ya será inquebrantable si no se quiere quedar excluido de todas las bolsas de diamantes del mundo. Quebrar la palabra dada se paga con la expulsión de todos los mercados del planeta, así que mejor no pasarse de listo.
Los diamantes naturales son caros porque se han formado a través de cientos de años a temperaturas y presiones muy altas en las mismas entrañas de la tierra. Pero, ¿qué pasa con los sintéticos?...Los diamantes artificiales se fabrican en un laboratorio. 2 o 3 días son suficientes para crear una gema con las mismas características que los diamantes naturales. Tienen todo igual, también la dureza y el brillo que tanto les caracteriza, pero a un precio muy inferior, concretamente un 70% menos.
El barrio de los diamantes, pegado a la fabulosa estación de tren que tanta belleza sigue encerrando, parece un lugar tranquilo. Tiene barreras policiales para los coches en los dos extremos, pero apenas se notan las leoninas medidas de seguridad que se ocultan en cada rincón. 5.000 cámaras de video-vigilancia se encargan de que no haya movimiento sin que se detecte. No hay policías a la vista, aunque de repente aparecen varios miembros del ejército, fusil en ristre. Por si acaso alguien tiene tentaciones.
Las vías más escondidas de ese lugar no son elegantes, son funcionales y grises. Pero esconcen auténticas piedras preciosas que cualquier mujer desearía llevar. Solo ese placer merece un viaje a Amberes, una ciudad hermosa y llena de patrimonio que ha sabido conservar durante siglos el comercio de las gemas más deseadas de todos los tiempos.