El cambio de la capital vasca en los últimos años la ha transformado en un lugar ideal para pasar un fin de semana. Era un puerto industrial gris y triste y se ha convertido en una ciudad moderna, dinámica y fácil de ‘patear’ y disfrutar…Hoy nos vamos de paseo por Bilbao
Y quizá el mejor lugar para comenzar es el Funicular, el ‘Funi’ que cumple 100 años. Construido para comunicar la parte baja de la ciudad con el Casino que se levantó en la montaña de Artxanda y que fue dinamitado en el 37, ahora sólo queda un excepcional parque desde el que se divisa toda la ciudad. No hay mejor lugar para entender la personalidad de la capital vizcaína que éste. En la Ría está el origen de la riqueza de toda la zona. En el siglo XIV el Señor de Vizcaya, Diego López de Haro, ofreció la ciudad como puerto desde el que exportar hierro y lana, el llamado ‘oro blanco’ de Castilla, a Flandes. Así comenzó una prosperidad que ha durado a lo largo de los siglos. En Artxanda está ‘la Huella Dactilar’, una impresionante escultura de Novella que recuerda a todos los muertos en la guerra civil.
Como es fin de semana, vamos a pasear por la zona vieja, a buscar mercadillos y tiendas…Marcas vascas de pro son ‘Zergatik’, ‘Por qué’ en vasco y ‘Skunkfunk’. La primera ofrece ropa para una mujer que pisa fuerte y que no sigue al pie de la letra los dictados de la moda. Nació en Guipúzcoa y se ha ido expandiendo poco a poco por algunas capitales de norte. Me encantan sus piezas de lana, la mayoría con cortes asimétricos… Y si también a vosotros os gustan, os aconsejo que no os lo penséis dos veces porque es una marca difícil de encontrar fuera del País Vasco. Aprovechad, sus diseños son originales y muy ‘ponibles’ . Lo mismo ocurre con ‘Skunkfunk’, aunque en este caso su expansión ha sido más ambiciosa y en casi todas las capitales de provincia importantes podéis encontrar una tienda.
Apuestan fuerte por materiales ecológicos y en mi última visita me llamó la atención todos sus diseños de bolsos y carteras fabricados con material reciclado. Un lugar más artesanal y de diseños exclusivos es ‘TrakaBarraka’, tienda con un toque retro donde lo más sorprendente son pañales para bebés con estampados muy originales. Si sois más de diseñadores consagrados os recomiendo ‘Persuade’ , una tienda en la que merece la pena entrar solamente para disfrutar del espacio. Con estética industrial y paredes de ladrillo, podríamos decir que es el máximo exponente de tiendas multimarca en las que lo fundamental es el gusto de los propietarios a la hora de elegir piezas. Cada vez se echan más de menos y por eso encontrar una tan bien puesta es un gusto.
Una última curiosidad antes de irnos a tomar el vermouth…pasaros por lo menos por el escaparate de la Sombrerería Gorostiaga. Es un catálogo de boinas y chapelas desde hace 150 años. Las hay de todo tipo, forma y color; y atención porque las de ahora se han adaptado a los nuevos tejidos y son impermeables, antipolillas y con forro térmico. Casi nada. Ya lo dice el lema de la casa: ‘Porque boinas ha habido siempre, como las de Bilbao, ninguna’.
Y ahora ya sí que nos vamos de pintxos y aquí entramos en un terreno pantanoso porque es difícil encontrar un local en el que no se coma bien en Bilbao. Su ‘mínimo’ es tan alto que vi venís de la ‘cruda realidad’ de los comedores de empresa (con todo mi cariño y respeto, algunos hacen lo que pueden con los presupuestos que tienen) la mayoría de lo que pidáis en un bar, tasca o restaurante de la zona os parecerá un manjar. De todas formas he aquí algunas sugerencias: en la zona de las Siete Calles no podéis dejar de entrar en ‘Tirauki’ un vegano que está arrasando. Su especialidad es la tortilla que hacen con harina de garbanzo. Tienen de muchos tipos y las reinventan constantemente, cada 3 meses cambian toda la carta de pintxos, basándose siempre en los productos de temporada. En Plaza Nueva hay varios lugares…A destacar, ‘La Olla’, con una barra a reventar de creaciones gastronómicas a cuál más apetecible, y ‘Sorginzulo’. Por cierto que el botellín de agua en este último viene con sorpresa: el escudo del Athletic para que quede clara la militancia futbolística de la parroquia que campa por estos lares.
El fin de semana sigue y es el momento, si hace buen tiempo, para darnos un paseo en la ‘Gavarra’. En la serpenteante Ría está el pasado y presente de la ciudad. Su estampa desde cubierta es muy estimulante. Se ve el Ayuntamiento, el Guggenheim, la Torre Iberdrola, San Mamés…Todos los edificios que han hecho especial a ‘Bilbo’ se divisan en la travesía, igual que los puentes, tan importantes para comunicar las dos Riveras…
Ahí están el Zubizuri, o ‘puente blanco’ de Calatrava, el Puente de la Salve y el de Vizcaya, el primer trasbordador metálico del mundo que todavía hoy sigue funcionando. Y atención también a la Grúa ‘Carola’, el mejor recordatorio de lo que lo que fue la Ría del Nervión hasta hace solo unas décadas. Su nombre se debe a una mujer de gran belleza que cada día pasaba por allí y que lograba paralizar el trabajo de los obreros que la contemplaban extasiados. El Museo Marítimo que ahora está en los que eran los Astilleros Euskalduna os ayudará a comprender mejor mejor toda la transformación de la zona.
Una transformación que comenzó hace ya tiempo con el Guggemheim de Gehry, un museo para el que siempre hay que tener un rato. Pasear por sus salas es reencontrarse con algunos de los artistas más cotizados y modernos del panorama internacional. Después del arquitecto canadiense han venido otros: Foster, Pelli, Siza, Calatrava, Hadid,…Los mejores del mundo han dejado su huella en Bilbao.
Entre esos edificios que han ayudado a ‘cambiar’ toda la ciudad está también el del hotel ‘Barceló Nervión’. Está muy bien ubicado para poder moverse a pie por el centro y destaca su vestíbulo presidido por un fabuloso mural concebido con piezas de madera de distintos colores titulado ‘El Bosque de Oma’. Las raíces están muy presentes en todo el arte local que vamos encontrando por este hotel recientemente renovado y con unas suites con vistas a la Ría inmejorables.
Si os alojáis aquí, tened en cuenta que su restaurante, ‘Idiazábal’, y su chef, Óscar Gaspar tienen cada vez más nombre en la ciudad: chuletones, sidra, y buena compañía …Es todo lo que se necesita para un fin de semana de descanso y disfrute.