Hitler me salvó una vez, cuenta Jacobo Drachman en la Casa Sefarad de Madrid. Gracias a su audacia e ingenio, el entonces niño Jacob consiguió salir con vida del crematorio. Ocurrió en dos ocasiones. La curiosidad le llevó hasta los hornos la primera vez. La segunda vez se vió con otros niños camino del paraíso, como llamaban a entrar por la puerta y salir por la chimenea. Yacob sabía que tenía que huir de allí y gracias a su chispa y espontaneidad, lo logró. Sobrevivió al gueto de Lodz en Polonia y a 3 campos de concentración. Por el camino se quedaron sus tíos, primos y abuelos. El y sus padres consiguieron contar su milagrosa experiencia. Es el único caso registrado hasta ahora. Tras vivir 26 años en Uruguay, se marchó a Israel. No olvida ni perdona pero no odia. En su libro 'Lágrimas secas' cuenta con preciso detalle su amarga infancia. Tener familia, cuenta ha sido su mayor venganza contra