En un espacio mínimo han trabajado los bomberos indonesios para rescatar a un hombre de 38 años. Estuvo 5 días atrapado entre los escombros de su oficina. Necesitó oxígeno hasta que por fin, vió la luz. Los rescatistas sospechan que en el hotel Roa Roa podría haber alguien vivo. Había 50 personas dentro. Rescataron a 12, de ellas, 3 vivas. Una familia entera con bebé en brazos se salvó por poco cuando el terremoto y posterior tsunami se lo llevó todo. En la isla Célebes hay barrios enteros sepultados. La playa pasó de idílica, a basurero. Y la fosa común se va llenando de cadáveres. Van más de 1.200. También los 34 estudiantes de teología muertos en una iglesia. Siguen los saqueos, por ahora controlados por la policía. Hay quien extrae gasolina de los tanques con métodos rudimentarios y agudizando el ingenio. Algunos vieron el tsunami desde una larguísima escalera. En aquel mismo lugar, Palu, una orquesta asturiana compartió hace un mes su música con aquellos habitantes. Para ellos piden ayuda.