A Puigdemont le costó tragar saliva el 10-O
Fueron 30 minutos de discurso y 8 segundos de independencia antes de que el Presidente de la Generalitat la supendiera. Tiempo para fijarse con atención en la comunicación no verbal que aporta una valiosa información.
Sacamos la lupa y nos detenemos en los gestos de Puigdemont. No fue una intervención más sino el discurso en el Parlament el 10-O. Hoy, 11 de octubre, es portada en la prensa internacional.
SE PASO LA LENGUA POR LA LABIOS. Este gesto continuo explica la falta de saliva y la garganta seca. Puigdemont carraspeó, le costó tragar. La tensión era evidente.
APRETO LOS LABIOS. Lo hizo más de una veintena de veces. Fue otra manera de expresar la TENSION Y CONTENCION sufrida.
LEYO CADA PALABRA cuando el Presidente de la Generalitat suele improvisar y expresar sus ideas con naturalidad. Esta vez, en cambio, no se mostró espontáneo en la comunicación verbal.
SE CONCENTRO EN EL MENSAJE VERBAL. El impacto emocional era fuerte por la importancia de lo que iba a pronunciar.
LA EMOCION DE LA IRA la expresó al referirse al gobierno español y sus acciones durante la consulta del 1-O.
Más de 350 periodistas, fotógrafos y cámaras extranjeras siguieron el Pleno histórico en Cataluña en el que se proclamó un independentismo calificado de 'farsa'. Fue algo así como una independencia en diferido con la que ganar tiempo a través de la suspensión para recabar apoyos. Un chantaje al gobierno central al no declarar nada pero con el que se puede conseguir algo. Un estado independiente en forma de república, anunciado y suspendido 8 segundos después.
BIENVENIDOS al tiempo muerto del proyecto independentista.