El piloto podría ir a la cárcel por homicidio involuntario
Era 22 de agosto de 2015. Exhibición en la localidad inglesa de Brighton donde disfrutaban de las filigranas aéreas. Nada hacía presagiar que el ambiente festivo se tornaría en tragedia. Era el turno de un avión de combate de los años 50. Después de varias piruetas, baja en picado. El público cree que tendrá tiempo de levantar el vuelo pero no es así. Demasiado lento y demasiado bajo para remontar. Fue el resultado de la investigación sobre por qué el experimentado piloto Andy Hill acabó tocando tierra estrellándose contra los coches aparcados desde donde sus ocupantes veían la exhibición. En la bola de fuego cercana a la autopista perdieron la vida 11 personas. El piloto sobrevivió pero no recuerda el accidente ni los motivos de su negligencia grave. Ahora podría ir a la cárcel acusado de homicidio involuntario.