Parece la misma ciudad que ayer pero no lo es. Cerrado el corazón político y turístico de Londres. Blindada la zona del Parlamento británico. Más policía. Hasta desde el aire, vigilantes. Más tristeza... más preocupación. De las carreras de ayer a la cautela y miradas de hoy. El vio cómo el coche atropellaba a la gente.
Es el minuto de silencio por las víctimas a las puertas de la sede de Scotland Yard. Perdieron a un policía apuñalado.
Hoy la foto tan inmortalizada de Londres toca hacerla, por desgracia, desde mucho más lejos.