No hay tiempo que perder. Florence se echará encima en unas 48 horas. La guardia nacional interviene para acelerar las evacuaciones forzosas. Millón y medio de personas huyendo del monstruo como ha calificado al huracán el gobernador de Carolina del Norte. Es histórico, extremedamente peligroso. La población acude a los distintos centros de evacuación. Es tremendamente grande y quizás no hayan visto nada igual en sus vidas, decía Trump. Asustados, Brenda y su familia se marchan por temor a que pase algo grave. El agua y los víveres vuelan. Escasea la gasolina. Tapian, sellan y en las playas cogen arena para afrontar las catastróficas inundaciones que dejará Florence. Subirá el nivel del mar donde algunos apuran. Millones de personas se quedarán a oscuras. Las altas presiones estancarán el huracán categoría 4 que podría ser 5, entre las dos Carolinas, Virginia y Maryland. 25 millones de personas sufrirán sus vientos y lluvias torrenciales.