El huracán Florence tocó tierra a la 2 de la tarde hora española empujando al mar a salirse. Huracán categoría 1 pero muy dañino. Los meteorólogos dotados de alta tecnología explicaban así las consecuencias de Florence: una subida del nivel del atlántico de hasta 3 metros por las marejadas ciclónicas. Primeros destrozos. Catastróficas inundaciones que sólo están asomando. Es el rugido infernal de Florence. Vientos de 165 km/hora que tiran abajo una gasolinera o un transformador con posterior incendio. Entró por Wilmington, ciudad ya inundada. Hay 400.000 personas sin luz, 800 vuelos cancelados, calles convertidas en ríos y lo peor, por llegar. 3 aviones cazahuracanes metidos en el ojo de Florence monitorizan su comportamiento. Se sabe con exactitud lo lento que avanza el temido huracán. Y eso lo hace más dañino porque Florence se estancará. 48 horas estará destrozando con sus dos armas: agua y viento que no sólo hará jirones la bandera.