Del hotel de 8 plantas derrumbado de donde salían gritos, sacan con vida a una de 25 años, la última superviviente de la tragedia indonesia. Los muertos rondan los 1.300. Hay más de 48.000 evacuados. Muchos de ellos, mujeres, niños y ancianos esperan en el aeropuerto a subir a un avión militar. Cada día, sacará de la isla a 1.500 personas. El presidente ya ha recorrido Palu, epicentro del terremoto y tsunami. Desde el aire se aprecia la magnitud del desastre. Los más de 1.000 muertos van camino de una fosa común para evitar así epidemias. Un gigantesco agujero donde serán enterrados hoy. Muchos afectados se quejan que aún no han recibido ninguna ayuda. Mientras la ayuda internacional empieza a asomar, la pregunta de por qué falló la alerta de tsunamis, recorre Indonesia. Cuando el nivel del mar entero subió 6 metros, ya solo quedaba correr.