El partido en Arabia Saudi no empieza. El motivo, algo insólito en esta parte del mundo pero normal en Arabia Saudi. El jugador de verde, portero de la selección saudí exhibe un peinado extravagante. Sí, como lo oyen. Y empieza la discusión. El árbitro, increpado por la Federación de Fútbol del país, argumenta que el flequillo está muy largo. El jugador no sale de su asombro. Si apenas hay pelo parece decir este hombre del equipo mientras el entrenador se lleva las manos a la cabeza. Y en este surrealismo, un tira y afloja en el que no hay nada que hacer. Porque se llevan al jugador perplejo tocándose los escasos milimetros de pelo. Hay que cortarlo y sacan no unas tijeras sino dos. Es un mal ejemplo para los aficionados y hay que evitar que lo copien. Va contra la pureza de la religión islámica. Y poco pueden cortar de donde no hay pero ahí queda otra exhibición de la wahabismo, la corriente suní más radical del islam. Ojo porque la ley islámica que prohibe a las mujeres conducir pone ahora sus ojos en el fútbol.
Las imágenes corresponden al año 2012.