Todo se congela en Chicago, también los pantalones vaqueros. Vaqueros de piedra resultado de 30 grados bajo cero que igual deja paisajes fantasmagóricos que huevos fritos versus helados, plátanos martillo o bebida hecha para otras temperaturas. Una española universitaria en la ciudad azotada por el vórtice nos cuenta cómo viven sin clases recluidos en la residencia. Quienes sí trabajan son los bomberos y en unas condiciones muy difíciles. Con estalactitas en el bigote se quedan tras apagar fuegos originados por un frío mayor que en la Antártida. Hasta las mangueras y las bocas de riego se congelan. Más de 50 horas de frío gélido ha dejado ya 21 muertos y el río Hudson cuarteado en hielo. El fin de semana bajarán tanto las temperaturas que el deshielo se anuncia muy complicado.