Revolucionario pero sobre todo, es protector de los ciclistas. En el mayor escaparate tecnológico del mundo se ha abierto hueco el chaleco inteligente para subirse a la bici. Se inflará automáticamente, asegura un responsable de la empresa francesa que ha sacado el invento. Pero sería imposible hacerlo sin dos sensores. El del sillín analizando la superficie y el del chaleco, la posición y velocidad. Es fácil. Si el ciclista empieza a caerse, los sensores mandarán señal al chaleco en 60 milisegundos. Y otros 80 para hincharse. En total, 0,4 segundos pero el ciclista caerá con cuello y torso protegidos. Adiós a tantas fracturas de clavículas, hombros, escápulas y costillas de ciclistas. Y aunque siguen siendo uno de los grupos más desprotegidos en la carretera, en caso de accidente, este invento francés minimizará los daños.