Cuando Marc Gasol vio a Josephine viva, agarró con todas sus fuerzas la camilla y ayudó a ponerla a salvo. Sintió frustación, rabia e impotencia. Increible abandonar personas en medio del mar, escribió. La mujer de Camerún llevaba dos días en el agua aferrada a un trozo de madera de la destrozada embarcación por la guardia costera libia. Sola en el oceano junto a los cadáveres de otra mujer y un niño. Pero qué llevó de la cancha al mar a uno de los mejores jugadores de la NBA? Primero, la imagen de Aylan, después la charla del director de Open Arms en un campus de baloncesto. El Eurobasket le impidió ayudar el verano pasado pero no éste. Y el pivot dejó a un gran equipo para unirse a un super equipo. El que salva personas. Para desembarcar con la superviviente y cadáveres, la ONG española ha pedido un puerto en España. Pero en el Mediterraneo termina una historia y empieza otra. La de estos 40 naúfragos a los que Malta e Italia también le cierran sus puertos.