Así luce, al final del proceso de montaje, uno de los resúmenes diarios que se emiten en Divinity. Cada una de esas barras que muestra el programa de edición es una pequeña pieza de imagen y sonido, grabada ese mismo día en las localizaciones donde se encuentran los concursantes. Pieza a pieza vamos componiendo un rompecabezas que, en tan sólo media hora, debe mostrar la imagen completa, y fiel, de lo ocurrido en Playa Paraíso, Laguna Cacao y Playa Itinerante. Veinticuatro horas de material grabado, multiplicado por las tres localizaciones, supone disponer, cada jornada, de decenas de horas de vídeo que debemos reducir a los treinta minutos de los que disponemos en cada capítulo de nuestro particular diario de aventura. Varios procedimientos de visionado se van sucediendo a lo largo de la jornada, catalogando y clasificando las imágenes, casi en directo, para ir diferenciando lo importante (que Carla ha conseguido hacer fuego), de lo prescindible (las tres horas previas de intentos que Carla ha hecho hasta conseguir prender la llama). A altas horas de la madrugada, casi al amanecer, el equipo de edición pone punto final a uno de esos capítulos, coloca la última pieza del puzzle, mientras las imágenes de un nuevo día empiezan a llegar para ser visionadas y reiniciar el proceso...