Los juegos de líder y recompensa han sido siempre uno de los mayores emblemas de Supervivientes. Esas pruebas semanales en las que los concursantes luchan aguantando la respiración por la inmunidad que otorga el collar de líder, o en las que se agarran a un tronco con todas sus fuerzas para conseguir un poco de jamón, marcan el concurso y sirven para cribar, semana tras semana, a los verdaderos supervivientes de los que no lo son tanto.
Para que estos juegos se desarrollen correctamente en el directo, se realizan siempre varias pruebas en las que se va chequeando el nivel de dificultad de la prueba, se va calculando el tiempo aproximado que se tarda en realizar y se van ajustando parámetros que garanticen la igualdad de condiciones para todos los participantes.
Estos ensayos no se realizan con los concursantes, lógicamente, sino que se hacen con miembros del equipo. En la foto que ilustra esta entrada, un editor y una guionista se transformaron en concursantes para enfrentarse al complicado juego que pudo verse en la gala del pasado jueves. Horas antes del directo, su participación sirvió para ajustar la tensión de las gomas que tiraban de ellos hacia atrás y calcular el tiempo que la prueba podría ocupar en la gala.