Cae la noche en Sitges: entrevista al equipo de The Night
Hoy reabrimos el telón del Séptimo A, pero bajando las persianas, vamos a introducirles en el peso de la noche. Tómense unos minutos para leer sobre terror, cultura, cine y un poquito de política. Imaginen descender, como si de los ínferos dantescos se tratara, en un paranoico loop nocturno donde su mayor miedo, la culpabilidad más genuina y su obstinación auto-infligida se retuercen febriles en un eterno devenir.
Les hablamos de la película ‘The Night’, recién estrenada en el Festival de Sitges, lugar que siempre alberga extrañas perlas cinematográficas. Co-producción Irán-EEUU, una cinta que ha roto fronteras, no solo por las bien conocidas diferencias entre ambos países, sino porque también se ha convertido en la primera obra de producción norteamericana en conseguir licencia en Irán desde la Revolución. Se ha estrenado en España y muestra que hay sentimientos universales que no conocen de culturas, pues son en sí mismos cultura.
Pero hoy, en lugar de resumirles yo su contenido, serán sus protagonistas en hacerlo. Su director Kourosh Ahari, protagonista Shahab Hosseini y productor Alex Betrow serán las voces de su metraje. Un gusto entrevistarles.
PREGUNTA: ¿Cómo describirías la película, para que el lector se haga una idea?
KOUROSH: ‘The Night’ es un thriller psicológico con elementos de terror que explora la condición humana, y en mi opinión, los mayores miedos del ser humano, como los más oscuros secretos guardados durante mucho tiempo, esos que se evitan, con los que se convive, que nos hacen mentir y no hay otra salida que afrontarlos. La historia gira en torno a una joven pareja iraní y su pequeña de un año que, de camino a casa, se ven forzados a pasar una noche en un hotel. Allí tendrán que hacerle frente a los más profundos secretos que se han estado guardando el uno al otro en una noche que nunca acaba.
SHAHAB: El tema principal de la película gira en torno a la autorrealización más íntima de uno de los personajes, que demuestra estar en contradicción con sus interacciones diarias esperadas en una determinada sociedad. En otras palabras, muchos de nosotros buscamos el éxito y la felicidad olvidando nuestras verdaderas y personales características lo que, ineludiblemente, termina por convertirse en frustración y tristeza. Si se sigue así, la vida se convierte en una pesadilla y la única forma de salir de ella es analizar y entender nuestras culpas, ser auto-críticos e intentar cambiar la perspectiva, para que a la larga podamos encontrar satisfacción y poder vivir felices una vida normal. Es un tema muy visible en muchas sociedades donde la gente vive infeliz repitiendo los mismos errores…
PREGUNTA: ¿Cómo surge la idea de ‘The Night?
KOUROSH: Queríamos abordar el género de terror psicológico… así que junto con Alex compartimos nuestras historias personales, hablamos de cómo transmitirlas en la película y conversamos sobre el génesis del miedo. Siempre quisimos contar una historia con la que el público pudiera sentirse identificada, no un terror fantasioso, sino real, que la gente pudiera haber sentido, que pudiera haber compartido y, en última instancia, dejarles pensando, como sucede al final de la cinta. Así que decidimos buscar entre los miedos más intrínsecos a una persona, como el miedo a que se revelen sus secretos más íntimos, y de cómo se vería si tuvieran que afrontarlos en la vida real. Si esos secretos tomaran forma y tuvieran que afrontarlos… o, de lo contrario, quedar atrapados en ellos. El rodaje fue un reto, tuvimos que grabar todas las escenas durante la noche, en un hotel en Los Ángeles que estaba funcionando, por lo que teníamos pocas horas para hacerlo. Además teníamos un bebé, acceso limitado y tiempo limitado.
PREGUNTA: Shahab, tus últimas películas han girando en torno a las relaciones, a los sentimientos y a la psicología humana. En esta estás en constante tensión. ¿Te ha resultado más dura de interpretar por la carga emocional implicada?
SHAHAB: En general no se puede decir que un personaje resulte más difícil o fácil de interpretar que otro. Cada forma de interpretación tiene sus propias dificultades, incluso las que puedan ser vistas como interpretaciones perfectas. Creo que mi personaje es un hombre introvertido que, por determinadas
circunstancias, está obligado a reaccionar como extrovertido. Dado el frenesí en la narración, no había tiempo para hacerse el introvertido, está entre la espada y la pared y tiene que encontrar alguna manera de lidiar con ello. Por eso está continuamente tan tenso, e interpretarlo por supuesto es complicado. Mantener el pulso emocional del personaje constantemente es de vital importancia.
PREGUNTA: Sin hacer spoiler, la secuencia final de la película te deja… pensando. ¿Cuál es el mensaje de la película?
KOUROSH: Nunca le des la espalda a tu conciencia. Porque en algún momento te dará la espalda a ti, y será demasiado tarde. Hasta que no seas sincero contigo mismo, vivirás en pesadillas.
SHAHAB: El final de la película también me dejó fascinado. De hecho, estoy muy contento con el final y con el resultado. En mi opinión, hasta que uno no reflexiona y se hace consciente de sus actos, cuando decepcionantes, y continua viviendo en un móvil perpetuo, puede llegar el momento en el que sea ya demasiado tarde recuperarse. Uno ha de analizar, valientemente, los errores del pasado e intentar cambiar la perspectiva de su vida. Podría decirse que sería como volver a nacer… Somos responsables de nuestros propios actos, éxitos y fallos.
PREGUNTA:¿Creéis que quizás el miedo pueda ser un idioma universal, comprensible para todo tipo de culturas?
KOUROSH: El miedo puede verse como un idioma universal, porque todos lo tenemos, cada persona, cada cultura. Lo importante es qué tipo de miedo vamos a usar en la película para que aúne distintas culturas, ese era nuestro objetivo, usar un miedo que viene del ser humano en sí mismo, el más interno.
SHAHAB: El miedo puede ser un lenguaje universal, pero no solo el miedo. Hay muchas otras emociones que le son comunes a todas las culturas. El amor es un concepto común, la valentía y el sacrificio, la mentira y la traición, de hecho, la mayoría de emociones son sentimientos comunes en el mundo… están libres de
razas, religiones o nacionalidades.
PREGUNTA: El cine aúna culturas y fronteras. El público español está más acostumbrado a ver cine francés, italiano y, poco a poco, también se está abriendo puertas al cine asiático, especialmente el coreano. ¿Puede ser este un buen momento para abrir la mente al cine iraní?
SHAHAB: Uno de los aspectos del cine en general, a través de la historia, es el de indirectamente introducir distintas culturas al espectador. Es sorprendente que la industria cinematográfica iraní no haya calado todavía en el público español, especialmente porque la cultura española, de entre los países europeos, es la más cercana a la nuestra. Puede que haya una razón histórica para esto. España estuvo bajo influencia islámica durante cientos de años y la convivencia de estas culturas similares suele generar cierto entendimiento y cercanía. Además es interesante darse cuenta de que el cine español, precisamente por esta proximidad cultural, sí es popular entre directores iranís.
ALEX: Como has mencionado, el cine sobrepasa culturas y fronteras, y el motivo, a mi parecer, es precisamente porque el buen cine es universal. Cada uno de nosotros, independientemente del país de procedencia o en el que elijamos vivir, del idioma que hablemos o en lo que creamos, tradiciones, apariencias, todos somos humanos. Todos afrontamos el mismo viaje, mismas dificultades, triunfos, experiencias. Y el buen cine transmite aspectos universales de estas experiencias humanas a través de una historia. El cine nos ayuda a ver que en el fondo somos más parecidos que distintos. Las historias y películas iranís están llenas de drama y conflictos que tratan profundas e importantes preguntas sobre nosotros mismos y la humanidad: muchas veces nos apela a mirarnos a nosotros mismos y a mirar al mundo con un poco más de humanidad. Puede que el cine iraní todavía no haya penetrado en la audiencia española porque a nivel internacional aún no ha sido celebrado globalmente como otros países pero sus historias son tan ricas que en cuanto los españoles lo encuentren, lo amarán.
PREGUNTA: Es la primera vez que se entrega la licencia en Irán para realizar una producción americana desde la Revolución. ¿Qué creéis que ha cambiado? ¿Sigue siendo el Gobierno iraní muy estricto con el contenido cultural? ¿Y la población?
SHAHAB: Más allá de los problemas o asuntos políticos entre ambos países, el dominio de la cultura, del arte o incluso de los deportes siempre se ha considerado de manera separada. Los equipos deportivos iranís han sido presentados en EEUU y han participado en competiciones, y al viceversa. Respecto al arte, sí se han dado casos por ejemplo de películas iraníes presentadas en festivales norteamericanos, como las cintas de Farhadi. Estuvieron en los Oscar y he de decir que las película siempre han tenido una especial conexión entre países, por lo que las fronteras o las relaciones culturales siempre han estado abiertas. Si no ha sucedido en más ocasiones, ha sido por la falta de iniciativa de quienes tienen una visión diferente. Creo que la cultura y el arte pueden ser la mejor manera de establecer más terrenos comunes y causar recíproco y mutuo entendimiento, incluso entre políticos.
PREGUNTA: Los tres juntos habéis creado Pol Media…
SHAHAB: En farsi Pol significa puente, conectar personas. Es una compañía de cultura, arte y cine cofundada con EEUU entre los tres con un objetivo principal de trabajar en el intercambio cultural. En mi tierra natal existen muchas historias que aún no han sido compartidas con el mundo. El objetivo de Pol Media es hacer películas basadas en las fructíferas historias de la cultura iraní. Es precisamente nuestra obligación, de quienes trabajamos en el mundo del arte y especialmente a través del cine, la que ejerce mayor influencia, de cumplir con ese deber… acercar entendimientos…
ALEX: Empezamos Pol Media con el propósito de trazar un puente entre el cine iraní y el cine del mundo. Esto empieza lanzando guiones iranís y de otras nacionalidades a EEUU, y crece globalmente desde ahí. Creemos que tanto el cine iraní como el de otros países juegan un papel importante en aunar fronteras y abrir la perspectiva a distintas culturas. También tenemos el objetivo de dar voz a quien aún no ha podido tenerla, ayudar a elevar increíbles voces artísticas provenientes de cualquier lado del mundo al escenario mundial.
PREGUNTA: ¿Shahab, qué estás viendo ahora?
SHAHAB: Ahora mismo estoy revisando la filmografía de Lars Von Trier, más adelante querré adentrarme en las de Kurosawa… y en España he de decir que me encanta Amenábar...
Lo dicho, señores. Naveguen entre distintas culturas a través del cine, ya verán cómo se encuentran.