Mujeres vengativas: las malas del cine menos políticamente correctas
Hoy nos subimos al Séptimo A… pero sin molestar. Porque vamos a hablar de las más malas del cine y del barrio. El fin de semana se estrena ‘Matar o morir’ de Pierre Morel con Jennifer Garner. Seremos sinceros: anodina, convencional, desagradable, incoherente… son los adjetivos más suaves que he encontrado rebuscando entre la crítica estadounidense que ya la ha valorado. Pero lejos de derrumbar más esta producción, aprovecharemos para mencionar algunas de las mejores tías duras del panorama audiovisual. Porque ser la mala de la película tiene su morbo, y lo saben.
Lara Croft: Tomb Raider
Empezaremos con un clasicazo. y, con todos los respetos hacia Alicia Vikander, hablamos de Angelina Jolie. El ejemplo de mujer de acción. Lejos de entrar a valorar las películas, pésimas por cierto, Jolie se convirtió en los años 2000 en el prototipo anti Barbie más aclamado por las adolescentes. Y eso que, por ejemplo, la cinta del 2003 ‘La cuna de la vida’ fue un suicidio en taquilla, sin embargo el marketing que desprendía su estilo la pudo mantener a flote. Personaje, como no, sexualizado, pero más allá de sus incomodísimos y ceñidos trajes, “la tía molaba”. Al menos, desde fuera. Porque los rumores gritan que los rodajes eran insufribles y la propia actriz juró e hiperjuró que nunca más volvería a ser Lara Croft.
Wonder Woman
De un videojuego a un cómic. Le ha tomado el relevo de chica dura del cine -con permiso de momento de Scarlett Johansson- Gal Gadot. Pese a su perenne rostro sorprendido, fíjense bien si no se han dado cuenta porque es el mismo todo el rato, el resultado es bastante aceptable. Pero lo más sorprendente aquí es la propia historia del personaje: está basado en los movimientos feministas del siglo XX, especialmente relevante el rostro de Margaret Sanger como emblema de liberación femenina. Wonder Woman además se convertiría en la primera superheroína en protagonizar sola sus propias aventuras. Al fin y al cabo la paz en el mundo es una buena motivación. No le vamos a discutir las formas. Por cierto, su creador, William Moulton Marston, inventó el polígrafo. Así es. Curioso.
Kill Bill
Solo la maravillosa febril retorcida mente de Tarantino podría crear en una sola producción tantas mujeres excéntricamente rudas. Nos quedamos con el personaje de Uma Thurman. Aquella secuencia del principio de la primera película cuando sale vestida de novia fue de hecho idea de la propia actriz. Una mujer cuya historia conoceremos más en la segunda parte, de hecho, en la primera la escuchamos bien poco. Thurman afirmó en diversas entrevistas que se inspiró en Clint Eastwood para su interpretación, especialmente en la película ‘El bueno, el feo y el malo’, precisamente por la capacidad de Eastwood de construir personajes tan profundos aportando tan pocas sílabas. Como pildoritas de curiosidad, decirles que el traje - por fin uno cómodo- es el mismo que utilizó Bruce Lee en ‘Juego con la muerte’ de 1978, y que en 2013 se le otorgó el nombre de Kiddo (así se llama el personaje de Uma) ¡a una avispa! por su especial capacidad asesina. No te digo ná y te lo digo tó.
Catwoman
Considerada como una de las peores películas de la historia -7 premios Razzie, amigos, tremendo- el director Jean-Christophe Comar inició un declive tal del que todavía no se ha recuperado. El caso es que el personaje de Catwoman interpretado por Halle Berry -a punto estuvo Michelle Pfeiffer- le salió algo insípido. Una pena teniendo en cuenta la complejidad de su ser, la dualidad en su sangre y las tropecientas oportunidades de éxito que proporcionaba una mujer- gata vestida de cuero. Probablemente el traje de Halloween más usado de la historia. No es del todo una villana -tiene su propio código ético, como no asesinar-. Se pensó como ladrona de joyas hasta que acabó convirtiéndose en el sueño más
erótico, anhelado y turbio de Batman. En la cinta de 2004 se le quiso, además, añadir una explicación mística extraña al origen del personaje… no sé, todo un despropósito, la verdad.
Indiana Jones 4
Hablando de malas malísimas: Cate Blanchett en ‘Indiana Jones 4’. Soviética. Fría. Calculadora. Perfecta villana. El peinado estilo vasco lo eligió la propia actriz y está inspirado en la cantante alemana Marlene Dietrich. De todas las mujeres mencionadas en este artículo, ella es la más feroz. Con tremendos poderes
psíquicos, aprendió las técnicas más duras de los monjes de Nepal para, por ejemplo, controlar su ritmo cardiaco y su propia temperatura corporal. Y esto sin mencionar la tremenda destreza con todo tipo de armas, sables, espadas y un largo etcétera. Vaya, que cualquiera se mete con ella. Toda una femme fatale. Bien podría haber protagonizado su propia película. Ahí lo dejo.
Atomic Blonde
Y de una espía del KGB a otra, más rubia, pero igual de chunga: Charlize Theron. Un personaje aséptico pero tremendamente cautivador. La cinta de 2007 no obtuvo grandes aplausos entre la crítica, sin embargo merece la pena por el montaje y por la mezcla que crea su surrealista banda sonora ochentera -en serio, hay temazos- mezclada con los grises planos de la Guerra Fría y del Berlín Occidental. Cautivadora también Sofia Boutella. Deberían ver esta película. Las capacidades físicas de Charlize ya las conocemos, y aquí una vez más la prueba.
Kick-ass
Mención especial entre las más malas del barrio a una dulce niña de 11 años. El personaje de Hit-Girl, que aparece en el cómic Kick-Ass, resultó ser tan divertido que en 2012 obtuvo su propia serie de cómics. La cinta merece la pena solo por ver la sonrisita de Chloe Grace Moretz antes de empezar a pelear. Pero, como no, hay controversia en todas partes: en enero de 2010 grupos de defensa de la familia atacaron la cinta porque ciertas frases, a su parecer, resultaban ser demasiado ofensivas y aportaban valores inapropiados. Acusaron a esta producción de glorificar la violencia entre los menores de edad, teniendo en cuenta que aquí la villana es una niña asesina de 11 años. Señores: tengan un poco más de sentido artístico y de sentido común. Que es un cómic. Por favor.