Si tienes mal de altura, esta expresión de “hoja de la vida”, no es para nada exagerada. La hoja de coca hace “revivir”, según cuentan los que han padecido el temible mal y han podido superarlo gracias a estas pequeñas hojas consideradas sagradas en la cultura andina.
En el Valle del Colca, situado por encima de los 3.600 metros, estas hojas son imprescindibles en la vida diaria: se venden en el mercado a un sol la bolsita (unos 0,35 céntimos de euro) junto a bicarbonato para que se produzca la reacción química más potente.
Como explica Cristina Delgado, médico de la expedición Ruta BBVA, “la hoja de coca tiene entre un 0,4 y un 1 % de cocaína, además de otras sustancias como cafeína y otros estimulantes. Al masticarla con bicarbonato, se obtiene más sustancia que si se mastica sola”. Pero advierte de que, al ser un estimulante, “como un redbull” también es “peligroso porque puede dar taquicardias si masticas mucha”. Hay que recordar que “ya no se utiliza apenas como anestesiante, pero tuvo esa finalidad durante mucho tiempo”, indica Cristina Delgado.
No sólo se puede adquirir la hoja de coca, si no también caramelos de coca, incluso rellenos. Y es muy habitual, y también muy rico, el té o mate de coca. Es legal en Perú, Bolivia, Ecuador y Argentina, no así en Colombia por ejemplo.