Una vez más toca hacer el equipaje y con la mochila cargada de las experiencias vividas en Quindío partir rumbo a nuevas tierras colombianas. Nuestros pasos nos llevan esta vez al departamento de Tolima, donde José Celestino Mutis comenzó a desarrollar la Real Expedición del Nuevo Reyno de Granada. Pero antes de adentrarnos en los pasos del botánico, la Ruta Quetzal BBVA ha querido rendir un sentido homenaje al pueblo de Armero, ocurrida el 13 de noviembre de 1985.
Todos recordamos la imagen de la pequeña Omaira, con el agua al cuello, luchando por sobrevivir después de que su pueblo, Armero, fuese arrasado por una avalancha provocada por la erupción del nevado del Ruiz.
El volcán, situado a 5.400 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera central de Colombia entró en erupción a las cinco de la tarde y, tras dos fuertes explosiones, toneladas de lodo, hielo y roca descendieron hacia el pueblo destruyendo todo lo que quedó a su paso. La pequeña Omaira, de 13 años, quedó atrapada en el barro y el mundo entero la vio morir después de luchar 3 largos días por sobrevivir.
La Ruta Quetzal ha hecho una parada en le pueblo de Armero donde los 224 ruteros y el resto de expedicionarios hemos rendido homenaje a las 25.000 personas que murieron en la tragedia. Un minuto de silencio y un aplauso ha sido el sencillo pero sentido recuerdo para las víctimas del nevado del Ruiz.
aplauso
Posteriormente el alcalde de Ibagué e incluso algunos supervivientes nos han contado como era el pueblo de Armero antes de desaparecer por completo. Una localidad de grandes casas de piedra, próspera y tranquila hasta que el volcán la arrasó por completo. Los ruteros han podido contemplar fotografías anteriores a la tragedia y los restos de la enorme cúpula de la iglesia de San Lorenzo, rescatada en noviembre del 2010.
Una de las guías que acompañará a la expedición en sus etapas por el departamento de Tolima nos cuenta cómo era la pequeña Omaira, “era la mejor de su clase, una niña brillante” y durante los tres días que luchó por sobrevivir “se preocupaba porque quería ir a estudiar, no le dolía, animaba a los demás y decía que quería vivir”, pero no lo consiguió y acabó muriendo de hipotermia.
Pero su fallecimiento no fue en balde, las imágenes que todo el mundo pudo ver de la pequeña gracias a un cámara de TVE “hicieron que Europa mirara a Colombia y se creara el Comité de Prevención de desastres naturales”, explica uno de los supervivientes.
Bienvenidos al departamento de Tolima
Recordando a Omaira y a los 25.000 fallecidos en la tragedia de Armero termina una jornada que comenzó de manera festiva con el cordial recibimiento que las autoridades del departamento de Tolima nos dieron en la ciudad de Ibagué, capital musical de Colombia, “una ciudad que se comunica cantando”.
Después de una recepción en la sala Alberto Castilla del Conservatorio de Tolima los ruteros han disfrutado de una comida animada por una banda popular de música y han participado en varios talleres musicales donde han aprendido a tocar instrumentos típicos de tierras colombianas.
Una jornada cargada de contrastes, de alegría, música, folclore popular y a la vez llena de sentimientos y emociones que nos recordaron uno de los episodios más tristes del país.
conga