Reencuentro en Santiago
Santiago de Chile, 12 de diciembre. Hemos cubierto el trayecto Madrid -Santiago de Chile en trece horas y como compañeros de viaje hemos tenido colegas periodistas y a un buen número de ruteros, casi todos españoles. En resumen, dos películas y unas cinco horas de sueño en un Airbus abarrotado después del despegue madrileño, hemos tomado tierra en la capital chilena, después de asombrarnos sal sobrevolar el inmenso desierto de Atacama (Bolivia y Chile) y la espectacular cordillera de los Andes (Argentina y Chile). La temperatura a mediodía ha sido 30 grados, ¡Y con un sol que cae a plomo y sin piedad. Estamos en el hemisferio sur y a punto de iniciar el verano.
Precísamente en el solsticio de verano y en el de invierno, o sea el día 21 de junio y el 21 de diciembre los incas que llegaron a estas tierras chilenas, practicaban unos ritos que aún hoy ponen los pelos de punta. Lo hemos aprendido en nuestra visita al Museo Precolombino de Santiago. En los rituales llamados capacoches, se sacrificaban niños y niñas de corta edad, a los que vestían con ricos tejidos, joyas y plumas. Al niño se le daban sustancias alucinógenas y chicha de maiz y caía en trance. De esta manera lo momificaban y moría sin enterarse hasta convertirse en waka, un oráculo.
Mientras recorríamos salas con esculturas, y alguna joya, nos hemos encontrado con unas momias infantiles sorprendentes: las momias Chincorro, realizadas por los pescadores del litoral de Arica, con una técnica 2.000 años más antigua que la momificación egipcia. Hemos seguido las explicaciones en medio de los grupos de expedicionarios que, por turnos, recorrían atentos el Museo.
El primer día de la Ruta Quetzal BBVA en Chile ha sido un reencuentro. Los más de 270 expedicionarios se han ido encontrando a medida que llegaban los grupos de distinta procedencia. ¡Qué abrazos y besos, qué gritos de alegría, qué reencuentro! Porque este año, la Ruta partida por la gripe A discurrió en julio por España y ahora cumple su etapa americana, como es rigor. Y el tiempo en que los ruteros anduvieron juntos fue suficiente para haceer sólidas amistades y querencias, de las que hemos sido testigos.
Uno de esos cálidos y sonoros encuentros (quien aquí escribe también ha tenido reencuentro con compañeros de otras ediciones de la Ruta, periodistas, miembros de la organizaicón, monitores) ha ocurrido en la visita al Observatorio Astronómico de Cerro Calan, en Santiago de Chile. El lugar donde se conserva el telescopio más antiguo del país andino, un pais que se considera referencia astronómica del Hemisferio Sur y cuyos cielos al norte tienen una insuperable calidad, junto con los observatorios de Hawaii, Estados Unidos.
Hoy sábado (cuando escribo este post) es jornada de reflexión en Chile. El domingo hay elecciones generales. Parece que va a ganar un candidato de derechas, pero todo indica que sólo tendrá el triunfo definitivo en una segunda vuelta.