Dzibilchaltún sí gana a La Roja
Sí. Hoy tengo que decir que después de que el España-Portugal del pasado martes parase la Ruta Quetzal, La Roja no ha podido con Dzibilchaltún. De nombre impronunciable, esta antigua ciudad maya se antoja un paraíso después visitar la masificada Chichén Itzá. Aquí no hay vendedores de artesanía que te ofrecen sus productos "más baratos que el Mercadona", aunque parezca imposible encontrar un maya que compita con la cadena española de supermercados. Tras una semana en México, por fin paseo por un Camino Blanco y es que en esta zona arqueológica se localizan 12 caminos blancos o 'sacbés', grandes vías que conectaban sus maravillosas ciudades de esta antigua civilización mesoamericana.
Habitada desde el año 500 a. C., vivió su esplendor entre los años 600 y 800 d. C. Su nombre significa "lugar donde hay escritura en las piedras planas". No es la más importante ni la más grande, pero Dzibilchaltún ha conseguido vencer a La Roja y durante el partido de España y Paraguay hemos descubierto un peldaño más de la civilización maya, como siempre, de la mano de Andrés Ciudad, subdirector de la Ruta Quetzal. En Dzibilchaltún, hay una pequeña capilla que da muestras de la influencia religiosa con la llegada de los conquistadores españoles. Los mayas adaptaron sus ritos y sus creencias e introdujeron novedades llevadas por los españoles.
Desde capillas a cielo abierto como la de Dzibilchaltún, se llevó a cabo toda la aventura evangelizadora del Yucatán y, aunque ahora nos parezca curioso, la única manera de explicar el cristianismo fue pintar. Con la pintura, muchas veces hechas por artistas mayas, se interpretó el evangelio y se explicó a los habitantes de la Península de Yucatán. Es cierto que algún que otro dios maya se escapo en esas representaciones como cuenta Andrés Ciudad.
Con el oído pegado al único móvil que tenía radio y nos permitía seguir las andanzas de Villa, Pedro y Casillas, avanzamos entre la selva hasta la joya de la corona: el cenote 'Xlacah'. Tengo que decir que es la joya de la corona porque a pesar de las reticencias iniciales a bañarnos en un pozo sagrado con nenúfares y animales nadando en el agua verde, los casi 40 grados con un 90 % de humedad nos han obligado a lanzarnos para esquivar el calor sofocante. Dzibilchaltún está al lado del mar y tiene casi 14 kilómetros cuadrados.
Su arquitectura es mucho más tardía y no tiene los impresionantes mosaicos de piedra de Chichén Itzá o Uxmal. El templo de las muñecas es el edificio más singular. Es una construcción puramente astronómico, donde en los solsticios el sol pasa literalmente por sus puertas. Los mayas fueron grandes astrónomos que desarrollaron dos calendarios muy exactos para medir el tiempo. De hecho, tienen un calendario civil y uno ritual.
"El futuro ya había pasado para los mayas. Creían que el tiempo era continuo, entonces el futuro ya había pasado y por ellos podía ser predecible", cuenta Lirio Suárez, delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Campeche, antes de explicar que fue por esto por lo que desarrollaron un calendario tan exacto. Todos hemos oído hablar de la profecía maya y es que el calendario termina justo en el segundo solsticio de 2012. Según Lirio, la profecía no dice que el mundo acabe si no que el tiempo de los mayas tiene un fin.