Llega el festival más famoso del mundo. Tan conocido tanto por su música, como por los desfases que suele provocar la lluvia, tan habitual en el arranque del verano en esa zona de Inglaterra, un poco al sur de la divertida y cosmopolita Bristol.
Arranca mañana con un cartel espectacular y un año más, no quedan entradas.
Intentar disfrutar del cartel completo es imposible. Una muestra de la locura que puede ser que actúen en dos escenarios distintos a la misma hora Arcade Fire, The Selecter y Kaiser Chief… ¿dónde vas? ¿Eliges ver a Dexys Midnight Runners, Brian Ferry o Metallica? Vas a ver a Yoko Ono y el espíritu de Lennon o The Wailers y la sombra de Bob Marley?
Todo este estrés musical tiene que provocar un cansancio que, lo siento mucho, la típica tienda de campaña de estos festivales no ayuda.
Ahí es donde entra el juego este maravilloso pop up hotel que se ha instalado en la zona vip del festival británico. Tienen spa, baño privado e incluso un restaurante para sus adinerados clientes…. Y todo ello por unas 9.000 libras (11.100 euros)
Quién a partir de ahora diga que los campings de los festivales de música son cutres… que se lo piense dos veces