A Xavi le huele a chamusquina y aunque él ya no está en la Isla de Ré en cuerpo -seguramente sí en alma- esto debe preocuparnos. El que fuera comandante en jefe de todas las operaciones de la Roja desde 2008 les ha dicho a los italianos, vía la Gazzetta Dello Sport, que la Azzurra es una mezcla entre el Barcelona y el Atleti, lo cual, traducido del xavismo al lenguaje de los mortales quiere decir que España se enfrenta a uno de los escollos más duros de su historia. Y ya, ya sé que no es nada nuevo, pero metámonos en la cabeza del exfutbolista del Barça y entendamos que su sentir puede ser el sentir mayoritario dentro de nuestro vestuario en Francia. Tal vez Juanfran, hijo del cholismo, piense algo diferente. Quizá San José o Azpilicueta, también. Pero para la mayoría ahí dentro, España siente como un ballet e Italia, como advierte Xavi, quiere rock and roll en Saint-Denis...
No queda otra que estar preparado, porque lo estamos, ¿verdad? ¿Lo estamos? ¿Lo-es-ta-mos? Anoche mismo le pregunté esto a José Antonio Camacho. Él, vigoroso, posiblemente excesivo, no tiene dudas de que la vida para España sigue más allá de París e insiste en que la mejor manera de afrontar este desafío es manteniéndonos todos juntos en nuestra trinchera. Toque, toque y mas toque. Y si hay alguna duda, toque. Le escuchaba con atención recontando sus ochenta y un entorchados internacionales en la wikipedia, de la misma manera que leo a Xavi glosar la buena defensa italiana y poner puntos negros en el camino de España, su España, hacia los cuartos de final.
El culé habla de Eder y Pellé pero encumbra a De Rossi, Barzagli, Bonucci o Chiellini. Confirma que Conte ha sabido montar un sistema que sabe cuándo atacar pero que, sobre todo, sabe cómo defender. Confirma que España dominará el balón y que Italia disfrutará viéndoselo hacer... El culé sentencia: "A Italia le gusta la batalla y los españoles siempre-han-temido-a-Italia". Escalofrío. Relectura. Camacho. Es la secuencia a la que tenemos que agarrarnos de cara a este partido que nos pilla con el pie cambiado y que no sabemos aún cómo van a gestionar nuestros internacionales.
De momento, lo vimos ayer, con una sonrisa y apelando a un espíritu atlético confesado por Juanfran. Partido a partido, todos unidos, la furia y tal. Bien, así sea, pero por si acaso, que alguien piense, además, algo para combatir ese '3-5-2' que tan bien le sienta a los italianos. O no. No lo sé. Ahora mismo estamos todos entre Xavi y Camacho, entre el ballet y el rock. Entre Italia o la nada.
Foto: La Gazzetta / @Sefutbol