Protagonista entre bicicletas, jubilados y cracks mundiales: 'Iniestá' mantiene su mojo
Apostaría que no tendría inconveniente en retirarse en Ré con la familia cuando acaben sus años de recolector de MVP's por los estadios de medio mundo. Pocas cosas encajan mejor que la tranquilidad extasiante de esta isla y Andrés Iniesta. Tal vez un viaje del Imserso. Seguro que poco más. El futbolista manchego aquí no desentonaría nada, Iniestá, el español, el que nunca hace nada. Pero vaya si hace. Por lo pronto, ya ha conseguido que un día más estemos repitiendo todos-los-periodistas-de-todo-el-mundo el mismo reportaje que se lleva escribiendo desde que, como pronto, marcara el gol que nos dio la gloria mundial. Es siempre lo mismo. El triunfo de la discrección, la magia silenciosa, el dueño y señor del juego, bla, bla y bla.
Nadie sabe cómo se las apaña, pero aquí estamos unos pocos, en St. Martín de Ré, viendo pasar bicicletas entre miradas lentas de jubilados felices, glosando a un futbolista que estamos cansados de ver. Es un hastío diferente porque no deja de sorprendernos a pesar de la repetición. Por ejemplo, su partido ante la República Checa, ¿cuántas veces lo hemos visto? Es lo de menos, para los compañeros de L'Equipe, ¡¡L'Equipe!!, es como si no lo hubieran visto nunca y hoy le dedican una página entera para que a toda Francia no se le olvide que tiene 32 años y en breve es posible que dejemos de disfrutarlo. Entiendo que esa fecha de caducidad les amarga y de ahí que, más allá de Payet o Griezmann, hoy la cuarta página del periódico sea para Andrés Iniestá, con tilde en la a final que es como se dice por aquí.
La fascinación no es exclusiva del principal diario deportivo francés. Hoy paseando por La Flotte, una de esas ciudades de la isla en las que en cualquier momento podría aparecer Roberto Benigni haciendo de pescador torpe y enamorado, en el escaparate de un kiosko había tres revistas futboleras. Dos de ellas eran glosarios de la Eurocopa que estamos viviendo y en las dos, a la hora de elegir al representante español, aparecía la discreta figura de Andrés.
Podrá ser casualidad, pero después de ver cómo los niños de esta región francesa coreaban al unísono su nombre en el único entrenamiento a puerta abierta que llevamos, empiezo a descartar la teoría. Andrés es MVP fuera de nuestras fronteras y el vecino de arriba en España aunque, cuando el partido está complicado, la gente sabe a quién corear.
Hoy Iniestá es el protagonista de esta selección en Francia y en todo el mundo. Pero ese traje como que no le termina de sentar bien. Mejor le encajaría una bicicleta y estar parado entre jubilados en cualquiera de las aceras de esta ciudad calmada de la Isla de Ré.