Por suerte no es un tema que dé para impugnar ante la UEFA pero cualquiera que se acerque un día al campo de entrenamiento de la selección en la Isla de Ré se va a dar cuenta muy rápidamente de que la lista de Vicente del Bosque para la Eurocopa no era de 23 hombres, sino de 24. Y ese más uno, ese 'refuerzo', puede resultar crucial según vayan pasando los días. Nuestro seleccionador eligió a sus jugadores ajeno a cualquier polémica y pensando siempre en el torneo y después, abajo, en letra pequeña, 'añadió' un nombre, el del jardinero, pensando en la concentración. La misión de este último hombre está clara: darle todo el cariño del mundo a la que será la oficina de España durante, esperemos, muchos días.
Su tarea es solitaria, esforzada y posiblemente invisible. Sólo la aprecian los jugones, los que saben cuando un césped está más vivo que otro. Y de eso trata su trabajo, de vigilar que el verde siempre esté rápido y, lo que es más importante, a su altura. Cuentan las malas lenguas que cada vez que se escucha a un futbolista quejarse porque que un césped está alto, esa altura es de 25 milímetros. Bien, hoy sabemos que el que van a pisar los hombres de Del Bosque estará más cerca de los 22 milímetros, tal vez 23. Para eso, el jardinero, el jugador número 24 de la lista de España, se esmera bajo el potente sol de Ré en apurar su altura en jornadas intensivas de ida y vuelta por el largo y ancho del campo principal. Y cuando ha terminado con este, al auxiliar. Y cuando ambos están listos y se echa la noche sobre la isla, riego intensivo para que todo esté al gusto de nuestros internacionales.
Es un trabajo 'invisible' para casi todos menos para los internacionales que se encuentran siempre un centro de entrenamiento a su completo gusto y que no difiere mucho de lo que ya conocen de Las Rozas. De hecho, este jardinero pertenece a la misma empresa que realizó los trabajos de acondicionamiento de los campos de la Ciudad Del Fútbol de Las Rozas. Con el campo preparado y a la altura ideal, ya sólo queda la duda de ver si lo que se ha estado entrenando durante la semana se corresponde con lo que nos encontraremos en los estadios cuando llegue la hora de la verdad. Pero ahí, nuestro convocado número 24 ya tiene poco que hacer. Eso es tarea de la UEFA.