Griezmann, entre la duda de Milán y la tentación de Didier Deschamps
Mientras él sólo tiene preguntas por responder en la cabeza, su jefe, Deschamps, tiene una tentación. Lo sabe L'Equipe y lo publica en su portada antes del Francia - Albania de esta noche en Marsella. Si el seleccionador galo sucumbe, Antoine Griezmann irá al banquillo de los suplentes desde donde, a lo Simeone, tendrá tiempo para pensar en todo lo que le está sucediendo desde que fallara en Milán un penalti que se antojaba crucial para el desenlace de la finalísima de la Champions y terminó convertido en anécdota. La estrella del Atlético de Madrid no brilla con sus colores nacionales y el debate en el país gira en torno a su suplencia en beneficio de Martial o Coman. Esa es la tentación de Deschamps y la cruz de Antoine.
Acostumbrado a ser la referencia del Atleti, con Francia, Griezmann no encuentra su cámara. Y eso que no está Benzema. Y eso que Pogba, el otro gran señalado tras el partido inaugural ante Rumanía, no le disputa el puesto. De una manera o de otra, el país organizador hoy se enfrenta al dilema de jugar sin sus dos estrellas más internacionales para que entren dos meritorios como Coman y Martial. Deschamps no despeja la incógnita y Antoine ve pasar las horas y crecer su inseguridad.
En L'Equipe apuntan que su rendimiento ante Rumanía fue resultado de la combinación letal de un físico apurado durante la temporada y una cabeza cansada de ganar partido a partido hasta caer en Milán. Ese penalti estrellado contra el poste, marrado delante de una afición que le venera, aún lo sigue lanzando Antoine en su cabeza rubia. Y mientras intenta buscar la manera de meterlo, Francia ya ha jugado contra Rumanía, él ha sido sustituído en la segunda parte y Payet ha saltado al estrellato mundial con un gol que tenía que haber hecho él. Y mientras el penalti sigue sin entrar, en la selección gala su entrenador busca las alternativas que Simeone está pidiendo para el año que viene en el Atleti y Griezmann sigue buscando al Antoine del principio de año. De lo fuerte que sea Deschamps a las tentaciones dependerá que Griezmann encuentre las respuestas o siga alimentando sus dudas.