El estadio de Toulouse es coqueto y funcional. Todo está pensado después de su remodelación a principios de este año. Pero hay algunos puntos en los que la austeridad manda. Es el caso de los banquillos desde los que los seleccionadores vivirán los partidos. En el caso que más nos preocupa, sabemos que Del Bosque no podrá estar demasiado cómodo en las pequeñas butacas de su primera ubicación 'eurocopera' aunque, a cambio, disfrutará de un área técnica como para quedarse a vivir en ella. Algo es algo, eh, Vicente...