Para Curro, la distancia no es problema. Ni el tiempo. Todo lo que hay entre un partido de España y el siguiente es carretera y Vespa. Porque este hincha de la Roja va a todos lados con su moto. Salió hace unos cuantos días ya de su Toledo natal y desde entonces, las autopistas francesas no tienen secretos para él. Pasó por Toulouse, siguió a Niza y terminó en Burdeos, en una ruta que le ha servido para afianzar su pasión por el equipo de Del Bosque y estrechar lazos con sus amigos de 'Marea Fans', un grupo de aficionados de todo el país que se juntan cada vez que hay partidos. La moto llegará hasta el Stade De Burdeaux, después de más de 2500 kilómetros, donde le esperará hasta que, esperemos, España doblegue a Croacia. Este es Curro, el motero de la Roja.