Sabíamos la decisión del juez de Timisoara proclive a entregar al presunto autor del doble crimen de Cuenca a la Justicia española, pero hasta ahora se desconocían las causas que apuntalan su razonamiento.
Este auto de seis páginas publicado hoy mismo por la corte de apelación de Timisoara resume esos motivos empezando porque la Ley de Rumanía no se puede oponer a la petición de entrega de las autoridades españolas, precisamente porque esa petición se ajusta a derecho y no quiebra ningún derecho fundamental del presunto asesino Sergio Morate.
Tras confirmar la identidad del requerido, continúa el auto del juez con las circunstancias de su detención y puesta a disposición de las autoridades rumanas. Arrancando por la primera petición de detención y entrega de las autoridades españolas contra Morate por el doble homicidio de Laura y Marina, fechada el pasado 12 de agosto tras averiguar su paradero gracias al teléfono móvil del detenido, y continuando con las horas posteriores a su arresto y sus primeras palabras con el fiscal ante su abogada y la ayuda de una traductora el mismo día de su detención. El juez respalda la actuación legal de la policía y de fiscalía, y recuerda como Morate se proclama inocente en esos momentos. A La vez el auto describe un dato importante: la justicia española volvió a enviar una nueva petición sólo dos días después aumentando la calificación de los delitos contra Morate de dos homicidios a dos asesinatos. Fue el 14 de agosto, justo el día en que se conocieron los primeros datos de las autopsias de las dos mujeres y un adelanto de que esas autopsias le contaron a la policía mucho más de lo que se conoce hasta ahora.
A partir de éste momento el auto dibuja un panorama más que sombrío para Morate, con la nueva calificación de asesinato se eleva hasta 25 años la pena por cada uno de los dos delitos. Y de paso con el rechazo del juez a los motivos que esgrime la defensa de Morate para evitar la entrega de su defendido a España. El juez aclara que el presunto pánico del sospechoso a morir a manos de las familias de las víctimas en España en caso de su entrega, no es en absoluto un motivo legal para frenar su extradición. El juez tampoco se traga el argumento de la presunta falta de pruebas en su contra que alega su defensa, y recoge las palabras del fiscal durante la vista del pasado 24 de agosto “aquí no se puede discutir si hay pruebas o no en su contra sino si procede o no su entrega a España acorde a la Ley”.
La vista finalizó con el juez anunciando su intención de permitir la entrega de Morate a España siguiendo los plazos judiciales, y ordenando la entrega de todas sus pertenencias a la policía española para que las analice, incluido el vehículo con el que llegó a Rumanía y quizá utilizó para trasportar los cadáveres de las víctimas hasta su lugar de enterramiento. A continuación mandó a Morate de vuelta a la cárcel hasta el 22 de septiembre para asegurarse de que no saldría libre antes de que se decidiera su entrega, y se sentó a redactar este auto hecho público hoy.
Fue el pasado lunes, y ese día, Morate sólo abrió la boca para anunciar que agotaría el plazo hasta las 12 horas de mañana viernes para decidir si recurre o no la decisión del juez. Si lo hace, la Justicia rumana tiene 5 días de plazo para responder, si desiste la policía española tendrá diez días para traerlo de vuelta a España.