Son presos que llaman desde la cárcel en México. Pertenecen al cartel de los ZETAs y se financian con los secuestros virtuales. Estas son las grabaciones de la extorsión al hermano de un empresario catalán al que hicieron creer que estaba secuestrado. La presión a su familiar en España fue insoportable.
S: Si usted hace las cosas bien yo le respeto a su hermano y se lo entrego con vida.
H: Sobre todo, por favor.
S: Escúcheme y déjeme terminar de hablar. Si salen las cosas bien tu hermano va a estar bien. Usted me mete una embajada, algún gobierno o alguien, y lo único que va a encontrar de su hermano es la pura cabeza con la Z pintada en la frente.
S: No somos las ETA pero si le pones una Z al principio no lo sé… Somos igual de crueles, o más. ¿Eh? Y te lo puedo demostrar.
H: No, no, no. De verdad, no.
La gente se pregunta cómo es posible que alguien que no está secuestrado se crea que sí lo está y cómo consiguen engañar incluso a sus familias si con una simple llamada al móvil o al hotel lo resuelve. Pero ahí está el problema.
Todo empieza en México con un engaño. Alguien del hotel, compinche de los secuestradores, comunica al empresario español que va a producirse una redada. Le cambian el alojamiento y le aconsejan comprarse un móvil para dejar de usar el internacional. Con ese móvil nuevo le mantienen en comunicación hasta llegar al nuevo hotel. Una vez en la habitación le dicen que sí está secuestrado y que si intenta salir de la habitación lo matarán.
Le hacen creer que lo tienen vigilado, y lo demuestran porque cada vez que lo oyen a través del sin manos del teléfono le amenazan para que esté quieto. A este empresario le dejaron dormir cuatro horas controlándole desde la cárcel a través del sin manos. Le enviaron un plato de macarrones detrás de la puerta. Y el hombre estaba aterrorizado. El Grupo de Secuestros y Extorsiones lo llama autosecuestro, porque realmente nadie lo retiene.
Mientras el hermano del empresario catalán negociaba con los presos extorsionadores en estos términos:
H: ¿Mi hermano está bien?
S: Tu hermano va a estar bien si haces las cosas que yo te dije.
H: Estoy visitando a toda la familia, estoy buscando para conseguiros el dinero.
S: Ahorita, ¿cúanto llevas?
H: Ahora mismo tengo unos 2000 euros. No he podido conseguir más.
Para que la pantomima sea más convincente llegan a hacer una llamada a tres. Así el hermano del empresario creyó que de verdad había secuestro. Pero la Guardia Civil lo tiene claro. Lo mejor es buscar ayuda y darse cuenta de que si piden poco dinero y rápido puede ser un secuestro virtual. Lo mejor avisar y no soltar el dinero porque también ha ocurrido que primero cobren pocas cantidades y acaben secuestrando de verdad al empresario al comprobar la predisposición a pagar de la familia.
Los casos en los que ha intervenido la UCO han sido resueltos con éxito con la ayuda de la policía mejicana que ha localizado al empresario autosecuestrado para liberarlo. El secuestro virtual no está penado como el de verdad, por eso en Sudamerica proliferan las bandas que viven de esos falsos secuestros. En este caso decían pertenecer al peligroso cartel de los ZETAs. El capitán Montero de la UCO advierte: le puede ocurrir a cualquiera.