Mañana Rosario Porto saldrá de la cárcel para someterse a una nueva sesión del examen psiquiátrico al que se está sometiendo. Pero la abogada, acusada del asesinato de su hija, ha pedido a través de su letrado que se posponga el análisis y le dejen estar presente en la declaración más importante del caso. El juez no quiere, y lo ha puesto por escrito, pero antes de comiencen las declaraciones, escuchará las razones de José Luis Gutiérrez Aranguren. La presencia de la madre de Asunta con toga en el estrado es muy discutible y podría influir negativamente en la menor de edad que tiene que declarar. Es el testigo crucial del caso que desmontó la coartada de Alfonso Basterra y que podría dar respuesta a muchas dudas, comprometiendo aun más a los padres de Asunta en la intoxicación con orfidal de la niña antes de su asesinato por asfixia.
La tarde del crimen, Alfonso Basterra aseguró que no había salido de casa. Durante meses la guardia civil había buscado en las cámaras y por todas partes la prueba de que mentía. Estaban seguros de que, tras la comida familiar, Basterra no se quedó en su piso de General Pardiñas, haciendo albóndigas para la cena. Intentaban afianzar más la prueba contra el padre de Asunta y demostrar que sí ayudó a su ex mujer en el asesinato. Y la prueba llegó el 11 de diciembre de la mano de una menor de edad que, por fin, se decidió a declarar lo que vió cerca de las 18:00 de la tarde ese día :
Testigo protegido
“Sobre las 17:30 entramos en la tienda a comprar unas zapatillas. Creo que estuvimos unos veinte minutos . Al salir estábamos frente a la tienda de maquillaje y fue cuando me cruce con Asunta. Iba con su padre y se dirigían por el lado derecho de la calle
General Pardiñas hacia Doctor Teixeiro . Les perdí de vista cuando llegaron a la intersección con la calle República del Salvador. Asunta caminaba con normalidad.”
El testimonio contundente desmonta la coartada de Basterra. El padre de Asunta no se quedó en su casa. Además, en esas calles está la casa de Alfonso Basterra donde habían comido los tres, y la de Charo Porto donde según su propia declaración fueron después. Y lo podría cambiar todo y Asunta pudo ser drogada en casa de su madre en vez de en casa de su padre como creían. Y eso explicaría por qué la testigo la vio andando normal acompañada por Basterra. Porque pudo ser intoxicada después por sus dos padres en la casa de Doctor Teixeiro, justo antes de que se la llevara su madre a la finca de Teo, donde fue ahogada, hecho captado por las cámaras e indiscutible.
La joven testigo conocía a Asunta porque coincidieron varios años aprendiendo francés. A Alfonso Basterra también porque siempre recogía a su hija en la escuela. Esa misma noche al ver que había aparecido el cadáver de Asunta le envió un mensaje al amigo que la acompañaba.
Amigo de la menor
“Me chateó al aparecer el cadáver de Asunta y me contó que la conocía de la Alianza Francesa. Me dijo que la había visto el sábado por la tarde cuando salíamos de comprar las zapatillas, y que iba con su padre.”
La madre de la menor también lo sabía porque su hija le contó el encuentro esa misma noche, pero por miedo y pensando que habría otros testigos no fueron a la policía hasta dos meses después.
Madre de la menor
“Cuando vi tantas noticias que insinuaban que el padre había salido de casa pero no había pruebas, me remordió la conciencia y consideré que era muy importante que declarara mi hija. Lo consulté con su padre, con un abogado y nos pusimos en contacto con un conocido de los juzgados.”
Este es un resumen de las declaraciones que hicieron ante la Guardia Civil y que obran en el sumario. Hoy se las contamos en exclusiva y mañana se repetirán en sede judicial. Habrá que ver si finalmente el juez permite a Rosario Porto estar presente con toga de abogada en el estrado junto a su letrado. Pero todo parece indicar que no. Si la menor logra situar en el lugar exacto a Alfonso Basterra con su hija, y en el tramo horario que sospechan los investigadores, el caso podría dar un giro. Las dudas sobre si Asunta no pudo andar de casa de su padre a casa de su madre después de ser atiborrada de lorazepam , se despejarían, y las defensas perderían uno de sus principales argumentos. Tanto si fue drogada en casa de su padre y éste la acompañó por si se mareaba, como si fue en casa de su madre después, Alfonso Basterra no estaba en su casa cocinando la cena de Asunta.