"Me resbala que me llamen asesino": así afronta Bretón el final de la instrucción del caso
Doce contra uno. Una docena de peritos contra la antropóloga de la policía científica. La única que dijo que los huesos de la hoguera eran de animales. Todos pendientes de si la perito policial rectifica ese informe inicial de noviembre o se ratifica dejándole una puerta abierta a Bretón dentro de la ratonera en la que él mismo se ha metido. Si la perito insiste en que los huesos eran de animales, la defensa de Bretón siempre podrá plantear la duda ante el tribunal que juzgue a Bretón por el ya más que probable asesinato de sus hijos.
Hoy los trece se verán las caras en los juzados de Córdoba. Lo pidió la acusación particular que ejerce Reposo Carrero en nombre de la madre de los niños, y el juez lo aceptó. No sólo pidió que cada perito diera su opinión, sino que entre todos discutieran los métodos que siguieron para llegar a sus conclusiones. Es una encerrona y el escenario está listo ya. Una sala enorme habilitada con una gran pantalla en la qué se irán desgranando una tras otras las fotografías de los informes forenses. ¿Será capaz la perito policial de enfrentarse a sus doce colegas de universidades, toxicología y medicina legal?
Sólo ella lo sabe, pero hace dos semanas le dio una pista a sus compañeros de la policía. Ha sido durante una entrevista para la investigación interna para averiguar cómo la perito concluyó que eran huesos de animales y no los restos de Ruth y José. Aquí la perito, por primera vez, deja entrever que quizá se erró en el diagnóstico aunque no sabe cómo. También denuncia presiones de sus compañeros para acelerar sus conclusiones o que le obligaron a ver los huesos en Córdoba en vez de en su laboratorio de Madrid. En el informe interno que ya desvelamos en "Las mañanas de cuatro" e "informativos telecinco" cuenta ella misma que vio los huesos en Córdoba con la ayuda de otros dos científicios de la policía y que las comparaciones entre los restos de la hoguera y otros huesos las hizo en Google. También usó manuales de la policía y de otros expertos. Fue en Córdoba pero ella en su primer informe cuenta que los huesos también los vió en su laboratorio de Madrid.
Hoy por fin sabremos si la perito rectifica ante el juez. Si lo hace "anulará" su primer informe y todos los peritos estarán de acuerdo en la prueba definitiva que puede condenar a Bretón por quemar a sus hijos en la hoguera. Y aún así, su primer informe no desaparecerá, quedará en el sumario a disposición de la defensa de Bretón. Por eso unos y otros se agarran a esa posibilidad como a un clavo ardiendo. Por eso y porque a pesar de la minuciosa investigación policial pocas pruebas quedan contra un Bretón que intentó borrar todos los indicios en su contra. Hoy contaremos el último informe forense del teléfono de Bretón. La policía, cuando detuvo a Bretó, ya analizó su teléfono. Ahora sabemos que antes de su detención Bretón borró todas las llamadas y mensajes de su móvil salvo media docena de pantallazos. Bretón sólo dejó grabado en su móvil las llamadas que le servían para demostrar su coartada de que los perdió en el parque: las llamadas al 112 y a sus hermanos. Todo lo demás desapareció. Cuando le detuvieron su teléfono, ya destripado, se entregó a su hermano Rafael. De nuevo alguien, y en dos ocasiones, borró más llamadas y mensajes. En total hasta 103.
La familia de Ruth y su abogada creen que el hermano de Bretón borró los datos de ese iphone porque quería ocultar que estuvo varias noches en la finca con Bretón antes de que le detuvieran, y que esas visitas a la finca fueron para destruir pruebas. Algo que cobra importancia ahora que también sabemos que la perito ha declarado en la investigación interna que no recogió todos los huesos de la hoguera, y dejó allí algunos que descartó porque eran inequivocamente de animales. La familia también creen que quieren ocultar como Bretón le pedía a su hermano por SMS que no le contara nada a la policía. ¿Y cómo reacciona Bretón ante todo ésto? Su actitud quedó patente el pasado 12 de septiembre cuando por quinta vez compareció ante el juez. Era la primera vez que lo hacía tras conocerse que los huesos de la hoguera que él prendió en la finca eran de dos niños. Bretón niega y olvida. Negó haber ido con su hermano y su cuñado a la finca desde la desaparición de sus hijos hasta su detención. Negó haber tocado esa hoguera para llevarse pruebas. Y sobre todo olvidó todo lo demás. Hoy contaremos esa declaración en exclusiva donde Bretón finalmente sí confirma dos aspectos: "No tengo remordimientos de nada" y "Me resbala que me llamen asesino".